Capítulo1: clases particulares

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Narra Maya:
Primer día de clase después de las vacaciones de verano, tercera hora. El profesor acababa de llegar a clase y llevaba en su mano los exámenes de evaluación de Historia.
- Bien, para medir vuestros conocimientos de cursos anteriores haréis este "sencillo" examen- muchos se hecharon a temblar por la manera en la que dijo "sencillo". Yo no, me sabía el temario a la perfección, era la típica Nerd que siempre sacaba dieces. El profesor comenzó a repartir los exámenes y me entregó el mío. Cinco preguntas, desarrollo, fácil. La mayoría de los demás alumnos miraban a los demás, es decir, a mí, para buscar información.
Terminé el examen en menos de veinte minutos y se lo entregué al profesor. Me esperé a que corrigiera mi examen. Me sonrió y me dió mi nota:
- Felicidades, nueve y medio, excelente, como siempre- ya conocía al profesor de antes, y me caía muy bien. Me senté en mi sitio, saque un libro de la mochila y empecé leer. Llevaba una media hora leyendo y la historia me tenía enganchada, pero el sonido de alguien llamar a la puerta picó mi curiosidad y decidí levantar la cabeza del libro. Un chaval acababa de entrar en la clase. Era alto, de facciones marcadas, pero lo que más llamaba la atención eran sus rizos color chocolate.
- Llego tarde ¿dónde me siento?- Primera palabra para definirle: imbécil. ¿Llegaba tarde y ni ponía una excusa?
- ¡Señor Harry Styles! Son las once, llega usted tres horas tarde ¡¿Y pretende que le deje sentarse así como así?! - El profesor estaba muy enfadado y me estaba dando miedo hasta a mí, pero se ve que al tal Harry no.
- Em, pues sí, eso pensaba hacer- Vale, el chico tenía, o mucho valor, o muy poco cerebro.
- Mire señor Styles, le permitiré sentarse sin dar parte por ser el primer día de clase, pero de ahora en adelante procure llegar a tiempo.
- Si, como quiera, ¿dónde me siento?- ¿pero es que era tonto? ¿No se daba cuenta de que el único sitio libre estaba ...? Oh, mierda.
- Pues en el único sitio libre, al lado de Maya.
Genial, un año entero al lado de ese imbécil. La verdad es que no sabía por qué me caía mal, seguramente porque bajaría mi nota media y si quería conseguir mi beca no me lo podía permitir. Mientras pensaba en esto, Harry (alias el imbécil) habia llegado a su (nuestro) sitio y me tendía la mano, se la estreché.
- Hola, soy Harry.
- Maya- le dediqué una sonrisa falsa y volví a centrarme en mi libro. Pero me era imposible concentrarme por culpa de mi nuevo compañero de mesa.
- ¿Qué lees?- pues sí, era muy tonto.
- un libro- le respondí, escueta.
- Noooo, enserio?- la ironía era muy notable en su voz y eso me molestaba en sobremanera.
- Señor Styles, silencio. Sus compañeros están haciendo un examen.
Harry agachó la cabeza y se calló un rato, pero no tardó en volver a abrir su bocaza.
- ¿Tu has hecho ya el examen?- me miró a los ojos y me di cuenta de que los tenía verdes, no entendía como no me había fijado, porque soy muy observadora. Justo en ese momento sonó la sirena que anunciaba el descanso. Salvada por la campana. Sin embargo, antes de poder escabullirme, Harry me agarró del brazo y me obligó a pararme.
- Espera, te iba a pedir que me enseñaras el insti pero como veo que no te caigo muy bien- hizo una mueca que me arrancó una sonrisa- ¿Quién crees que podría enseñarme esto?
Le señalé con la cabeza a la puta de la clase, "seguro que se llevan de miedo" pensé sarcástica, por Dios, estaba segura de que en menos de dos meses se habría tirado a medio instituto.
Salí de la clase y fuí a reunirme con mis amigas, me las encontré haciendo un corro en una esquina del pasillo, como siempre. En cuanto me vieron corrieron a abrazarme y enseguida Alba abrió su gran bocaza.
- Bueno, y aquí tenemos a Maya, ¿sabéis qué? A Maya se le ha sentado todo un pibón al lado y saliendo de clase la ha detenido- la última parte la dijo casi gritando y moviendo las cejas arriba y abajo, haciéndome reír- ¿Y qué quería eh? ¿Qué quería? ¿Qué quería? ¿Qué quería?
La gente que pasaba a nuestro alrededor se le quedaba mirando y después suspiraban, todo el mundo estaba acostumbrado a su actitud infantil, y sus rizos casi rubios, su cara redondeada y su cuerpo pequeño y delgado no hacían nada para ayudarla a parecer más adulta. A sí que tenía 16 años y aparentaba 14.
- Eso no es tan importante,- apuntó Rocío meciendo de un lado para otro su largo pelo negro- las verdaderas preguntas son... ¿Cuánto mide? ¿Esta petao? ¿Es guapo? ¿Tiene una buena...?
- ¡¡¡ROCÍO!!!- Grité y me puse rojísima.
- ¿Qué?¿es que una no puede tener curiosidad? Además si piensas que va a ser sólo para ti estás muy equivocada.
- ¡¡Tu estas loca!!- mis mejillas estaban apunto de explotar, al igual que mis ganas de asesinar a Rocío de una forma lenta y dolorosa.
- Vale, vale chicas, haya paz- Elisabeth como siempre tan pacífica.
- Oye, al final no nos dices por qué te paró Harry- dijo Alba.
- Espera, espera. ¿Has dicho Harry? Ese es el nuevo ¡Está forrado!- María pensando en lo material, para variar.
- Si, si, lo que tu quieras. Os lo cuento mientras bajamos al patio, que a este paso nos saldrán telarañas- dicho esto eché a andar y las demás me siguieron. Cuando llegamos al patio me acorralaron y empezaron a hacer preguntas.
- Bueno cuenta, ¿qué queria el pibón?- me urgió Rocío.
- Nada en realidad- me encogí de hombros- me preguntó quién podría enseñarle el colegio. Le envié con Yolanda.
Podía ver como Rocío cerraba los ojos, tragaba saliva e intentaba dominar sus impulsos asesinos, ante esto yo solo pude reír.
- Me estas diciendo..., ¿me estas diciendo que le has dicho al que posiblemente es el tío más bueno del insti que se fuera con la puta de la clase? -en ese momento estaba muriéndome de la risa- ¡¿Tu eres tonta!? ¡¡Y encima te ríes!!
- Hey, people. Veo que me esperáis, eh?- Diana, una de mis amigas se acercaba con cara de fingido enfado. Inmediatamente fui a abrazarla.
- heey, ya pensábamos que no venías, ¿qué te ha pasado?- le preguntó Eli.
- Ha sido la de literatura que nos ha tenido 15 minutos más con la evaluación de los cojones.
- Jajajajajaja, oye, tengo que subir ya o Don Daniel me estrangula- comenté mirando mi reloj.
- A ti? Si le caes genial a todos los profesores, ¡Por Dios! Hoy el de Historia te ha sonreído. Jamás le había visto sonreír.
- Lo que pasa es que quiere encontrarse antes con el pibón. - Y de nuevo Alba y su bocaza me la liaban.
- eehhh, que pibón? Maya, Mayaaa- preguntó Diana curiosa.
- Nada, un subnormal con el que tengo que compartir mesa- respondí- oye me estoy empezando a hartar de hablar del imbécil, y enserió si no subo ya el de inglés me mata.
- Bueeeno vaa, pero sólo porque se que después me contarás el resto.
- ¡Já! Más quisieras. Vamos.- dije echando a andar

two worlds (harry y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora