two worlds (harry y tú)

Capítulo 7

Narra Harry:

Isa me abrió la puerta y entré en casa de Maya (de Isa y Maya), de nuevo, ese aire cálido me envolvió. A pesar de no ser un ambiente familiar, se notaba mil veces mejor que mi propia casa. Maya se encontraba en el sofá leyendo, con sus gafas de pasta puestas. Supuse que no se acordaba de que tenía clase conmigo, porque se sorprendió mucho al verme. Sonrió.

- No me acordaba de que venías, iré a por los libros.

Se levantó y se adentró por el pasillo, y yo, como un total imbécil, la seguí. Al entrar a su habitación se me calló la boca hasta el suelo, los artículos más frickis jamás inventados estaban todos allí.

La colcha de su cama no era sino la combinación de logos de superhéroes, y en su mesilla de noche, en lugar de una lamparita, se encontraba una bat-señal. Artículos de coleccionista de lo más frickis decoraban las estanterías y las paredes. En la pared descansaba un tablón de corcho lleno de unas 30 mechas de colores, ordenadas por degradado. Su escritorio, en apariencia abarrotado, se encontraba hasta los topes de apuntes, cuadernos, libros y CDs de grupos de los que no había oído hablar en mi vida. Había pósters y fotos de una serie que al perecer debía de encantarle, pero que yo nunca había visto. Sin embargo, lo que más destacaba era el dibujo de un sinsajo de un metro, que actuaba como cabecero de su cama, el pájaro parecía arder y salirse de la pared, casi automáticamente me dirijí hacia allí y empezé a tocarlo como si estuviera retrasado. Maya sonrió torcidamente.

- ¿Te gusta?

- Por supuesto, ¿lo has hecho tu?

- Sí, los he hecho todos yo.- justo entonces me fijé en todos los dibujos que adornaban la pared: Superman, Batman, hulk, lobezno, personajes manga, de Harry Potter, los juegos del hambre, etc., pero sobre todo, sinsajos. Nisiquiera podía apreciar el color de las paredes.

- Dios, dibujas genial.

- Sólo es un hobby.

Sonreí, siempre tan modesta. Maya sacó los libros de español de algún cajón de su escritorio y se encaminó hacia la puerta, pero la detuve.

- ¿Podemos estudiar aquí? Me gustan los sinsajos- vale, eso fue muy infantil.

Maya soltó en una gran carcajada, pero accedió a mi petición y estudiamos en su dormitorio. A mitad de la clase dejamos los libros y comenzamos a charlar, en español por supuesto, ella no perdería tiempo de clase. Estuvimos hablando de mi banda, y me hizo cantar en español, y, aunque la pronunciación me salió fatal, Maya me convenció de que no lo había hecho tan mal. Ella se negó a cantar, a pesar de haberle insistido una y otra vez. Justo cuando estaba a punto de irme me llegó un mensaje de mi vecino.

- Tío, ni se te ocurra ir para tu casa, tus padres están de bronca y se les escucha hasta en la calle.

"Oh, mierda, otra vez" ese fue el primer pensamiento que se me pasó por la cabeza nada más recibir el mensaje, el segundo fue este "Tendré que dormir en la calle" Maya se dio cuenta de que algo andaba mal.

- ¿Qué te pasa?

- Mi vecino me ha mandado un mensaje, mis padres están peleandose y no puedo ir a casa, a no ser que quiera que me metan en medio, claro.- vi a Maya mirarme con cara pensativa, y después me sonrió.

- Quédate aquí.- ¿¡Qué!? Ni de coña. Eso sería incómodo y...,eh espera, éramos amigos, no? Tal vez no lo pasaría tan mal, podríamos charlar y tal.

- Hhmm, está bien, dormiré en el sofá.

Maya empezó a reír, pero yo no sabía que tenía tanta gracia. Como si me hubiera leído la mente, me respondió.