Capítulo 6

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Después de que Elsa subiera a Jack a su caballo, lo llevó directo al castillo, y al entrar todos sus amigos estaban ahí

-Els, qué pasó? Nos preocupaste mucho al ver que salías corriendo de aquí, creí que te ibas a ir y jamás...-iba a continuar Punzi, pero se fijó que Jack estaba en el caballo inconsciente.

Los amigos bajaron a Jack y lo llevaron a la sala junto al fuego para que despertara.

Un rato después, Jack ya había reaccionado y Elsa estaba enjuagando un trapo para curar las heridas de Jack, pero al voltear a verlo notó que éste estaba tratando de curarse colocándose hielo para sanar, Elsa rio en lo bajo y se acercó a Jack, pero él al verla, se alejó un poco.

-Jack, quieres quedarte quieto?-pedía Elsa a Jack que ya estaba desesperada pues tenía un rato tratando de curar a Jack y no se dejaba.

-No! No quiero y no me vas a obligar-argumentó Jack alzando la voz

-No-te-mue-vas-dijo Elsa quien al fin había logrado colocarle el trapo a la cabeza de Jack

-Aahh!!!-Jack pegó un grito de dolor, que lanzó rayos de hielo en todas direcciones, además, la temperatura empezó a disminuir. Los objetos encantados veían tras la puerta y con mucho temor lo que estaba ocurriendo.

-Eso duele mucho Arendelle!-se quejó Jack gritándole a Elsa

-Si te quedaras quieto no te ardería Frost!-le reprochó Elsa y se cruzó de brazos

-De no haberte escapado directo al bosque, no estaría lastimado -le dijo Jack a Elsa y ella se enojó

-De no haberme gritado y lanzado rayos a punto de matarme no habría escapado-Jack abrió la boca pero la volvió a cerrar, y a los segundos abrió la boca de nuevo para defenderse

-Y...tú no debiste meterte en una habitación sola y sin el consentimiento de nadie-se quejó él

- Y tú deberías controlar tu mal genio!-le gritó ella, y él solo resopló rendido y se acomodó en el sillón - Quédate quieto Jack, te va a arder un poco-le advirtió la rubia al albino y al colocarle el trapo éste se quejó pero no gritó - Por cierto, gracias por salvarme la vida-le dijo más amable y Jack se sorprendió y la volteó a ver

-No hay de qué - le respondió tranquilo y ella le sonrió con una sonrisa cálida.

Al terminar de curar a Jack, Elsa estaba recogiendo las cosas y Jack miraba la luna a través de la ventana de una manera pensativa, una sonrisa se formó en su rostro y se acercó a la platinada y antes de hablarle se aclaró la garganta

-Elsa, te sientes muy sola aquí? Además de estar con los chicos y conmigo?-cuestionó el albino

La platinada se quedó asombrada, pues Jack siempre le hablaba frío y seco y ahora au voz sonaba tranquila, amable y preocupado

-La verdad es que sí, un poco. Contigo no puedo hablar en paz, siempre debemos de pelear y a los chicos aún no los conozco del todo bien-respondió con toda sinceridad la platinada

-Elsa, ven, quiero mostrarte algo-tomó la mano de Elsa y ella sintió algo que le recorría su cuerpo, era algo nuevo y extraño para ella, aunque él sintió lo mismo, ninguno dijo nada y caminaron hacia la habitación de Jack, que era el lugar donde Elsa había encontrado la rosa hacia unos momentos, entraron y Jack condujo a Elsa hacia su balcón.

-Elsa, se que hoy no he sido un caballero contigo y me disculpo por eso, créeme que me encantaría contarte todo por lo que estoy pasando, pero aún no puedo-dijo y suspiró - te prometo que te enterarás, pero en el momento adecuado-Elsa sólo asintió y Jack siguió -bien, dices que te sientes algo sola todavía en tu nuevo hogar y ya haz notado mis poderes, así que, quiero darte un obsequio de bienvenida y de disculpas - y dicho esto el albino hizo delante de ella un adorable muñeco de nieve que al igual que sus amigos encantados podía hablar

La Bella y la Bestia (Jelsa) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora