XXXIV

235 12 11
                                    

Te lo dije, no puedo creer que te lo dije. 

Sólo dijiste "Está bien, cuídate, eres una persona llena de luz, a veces creí no merecerte, con el tiempo me enseñaste tantas cosas, cuídate, valora tu cuerpo y tu forma de ser que es hermosa, no dejes que nadie te pisotee, continua con tu vida, se feliz, sólo eso, se feliz, persigue tus sueños que llegarás alto y cuando lo hagas voy a estar orgulloso de tí aunque ya lo estoy" 

Te agradecí, me enseñaste a valorarme, me enseñaste a ver la vida de otra manera, a dar lo mejor de uno, me enseñaste que las personas que parecen muy felices son a veces las personas que más dolor llevan consigo mismas, me enseñaste a amar de nuevo. Me diste sensaciones nuevas  y valoro todo eso de ti.

Te pedí un favor pero no escuchaste. Sólo te pedí que dejes de lastimar tus brazos, sólo te fuiste, sólo lloré. 

Eres una persona única, espero que no volvamos a encontrar de nuevo quizás en ésta vida dónde seamos maduros y sepamos resolver nuestros problemas sin tener que terminarlos o huir como hicimos o quizás en otra vida, quizás en otro tiempo y lugar, sólo espero encontrarte. Me hubiese gustado decirte todos mis pensamientos hacía , todas las cosas que me hacías sentir, eres una persona maravillosa, alguien que no podré olvidar nunca. Simplemente gracias por todo, Sebastián.

Llegó el fin, peeeeeero, haré otro libro dónde ella exprese como se sentía sin él, y si se vuelven a encontrar, ah.

Lo que nunca te dije. | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora