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Rosas sangrientas

Después de lo que paso con cookies me interesó mucho ayudar a las personas que pasan lo mismo tener tanto dolor que hieren a los demás para sentir se mejor busqué en la guía de lugares donde pasan cosas oscuras, desapariciones, encontré un lugar llamado *el rosal de sangre* a todas las personas que les pedí que fueran con migo no querían resaltaban que ese lugar sería demasiado para mi, pero quería ir de todos modos.
Fui hasta el lugar pero no me parecía muy peligroso había miles y miles de rosas blancas sentías el perfume mas exquisito un camino te llevaba hacia un laberinto tal vez por eso las personas no vuelven (pensamiento) caminé y caminé hasta que no pude mas quede tirado en medio del caminó no podía dar un paso mas al despertar las raíces de las rosas estaban sobre mi como si me hubieran atado con ellas parecía como si me arrastraban cerca de las espinas me desenredo, muy asustado seguí caminado.
Camine medió día mas hasta que empecé a escuchar una canción seguí esa canción hasta llegar al centró del laberinto o eso pensé había miles de rosas blancas todas iguales pero en el centró de todas ellas estaba una mesa con dos sillas pero la mesa estaba vacía caminé entre las rosas hasta que vi una que me llamo mucho la atención me acerqué a ella tenia una hermosa fragancia sin duda alguna quise tocarla pero una espina pincho mi dedo en ese instante escuché una voz.

Voz: es algo peculiar ¿no lo crees?
Yo:(volteó lentamente) ¿que cosa?
Voz: las rosas.
Yo:( lo veo) ¿porqué lo dices?
Voz:(toma mi mano y señala mi dedo) por esto.
Yo: si me pinche el dedo.
Voz: lo se, pero mira te engañó su belleza creiste que era hermosa e indefensa, pero tenía sus espinas las cuales te dañaron.
Yo: claro pero las Rosas tienen espinas es así desde siempre.
El: no entendiste, me llamo Marcos.
Yo: un gustó Marcos yo me llamó Alejandro.
Marcos: es un gusto.

Marcos era un chico *de cabello blanco tenia pétalos carmesí en su cabeza, piel muy suave, ojos carmesí, las uñas estaban pintadas de carmesí también, tenía un traje blanco y el su bolsillo de arriba tenía una rosa como si estuviera echa de sangre*
Me invitó a tomar el té, estuve de acuerdo no pude ver que el tiempo paso tan rápido ya obscurecía, Marcos insistió que me quedara esa noche tomo unos pétalos provenientes de su bolsillo, levantó su mano a la altura de su boca con un ligero sopló los pétalos se multiplicaron y se trasformaron en una cama muy hermosa pero solo había una

Yo: pero ¿donde esta tu cama?
Marcos: yo duermo allí (señala un quiosco blanco todos cerrado con ventanas y techo de cristal)
Yo: oh... Esta bien.
Marcos: espero que duermas confortablemente.
Yo: gracias tu también.
Marcos: gracias (mirada triste y sonrisa falsa)

Luego de un rato empecé a escuchar unos susurros en el viento me despierto la luna estaba roja como si estuviera sangrando a la vez estaba rodeado por las ramificaciones de las rosas me levantó muy asustado observó a mi alrededor que todas las rosas blancas se habían vuelto carmesí, empezó a oír los susurros los sigo hacia donde son mas nítidos cuándo los sigo se escuchan más fuertes cerca del quiosco (susurros ~Evangelin - Evangelin - Evangelin)
Miró por una de las ventanas y me horrorizó por lo que veo, era Marcos rodeado por las ramas de las rosas y sus espinas estaban clavadas en el, rápidamente quiebro la venta entré en el quiosco los tallos se abalanzaron sobre mi. Saqué mi espada y empecé a cortar cada una de ellas cuando puede escapar fui hacia Marcos corte todos los tallos que estaban sobre el, lo saqué afuera a la luz de la luna estaba herido también brotaba sangré, le quité cada una de las espinas cuando le quité la última la luna volvió a ser blanca y las rosas también volvieron a su color blanco al instante las heridas de Marcos sanaron abrió sus ojos, muy confundido me miro.

Marcos:(voz débil) que..¿que sucedido?
Yo: calma las rosas te habían atravesado con sus espinas y había una voz que susurraba ¿Evangelina, Eva, Evelin? No lo recuerdo bien.
Marcos: ¿E..E...Evangelin?
Yo:si ese era.
Marcos:(se quiebra en un llanto desgarrador)
Yo: ¿que te pasa? Dime ¿quien es Evangelin? se que tienen algo que ver con todo esto.
Marcos: Evangelin fue mi primer y único amor, ella era la chica más hermosa de todo mi pueblo yo era mejor poeta y compositor de todos, ella prometió que aquél que la logrará regalar la flor mas hermosa conseguiría su corazón y con ello su mano para el matrimonió todos los chicos del pueblo buscaron miles de flores silvestres mas ninguna lograba convencer a ella.
Yo había escuchado que al otro lado del puente del claro de luna se encontraba la flor mas bella pero para llegar debías pasar el campamento de los ladrones y de hay nadie pasaba sin estar muerto, llegue hasta allí con solo una guitarra y muchas agallas allí ellos me detuvieron tenían la intención de robar mi guitarra mi ropa y tal vez hasta mi vida pues lo hicieron me despojaron de todo después me llevaron ante su líder que era una mujer, allí ella me pidió explosión de porque tanta Valentía ya que nadie se había animado a llegar hasta allí yo solo le dije soy un chico enamorado que busca una flor para ganar el corazón de su enamorada, entonces la líder me propuso algo si yo podía quebrar su corazón de hielo con una canción me dejaría ir y tendría su respetó, pero de no ser así moriría como un ladrón común colgado, acepté canté mi canción mas dulce ella sonrió aplaudió y dio la orden a sus hombre que me de volverán todo además que me acompañen a dónde estaban las rosas mas hermosas, cuando logré encontrar una perfecta de inmediato se me ocurrió la canción mas hermosa de todas las qué había escrito, al regresar al campamento la líder me felicitó, me reiteró que si algún día la necesitara que la buscará, un buena suerte y un adiós.
Yo no podía contener mi alegría, llegué al pueblo fui a donde ella estaba le entregue la rosa ella muy sorprendida la tomo y mientras contaba la canción que había escritor se abalanzo sobré mi muy contenta, fuimos felices yo le entregue todo de mi nunca le faltó nada antes de casarnos un gran Conde llego al pueblo el vio su belleza y la quiso para el, le prometió oró, joyas, telas finas, cosas qué nunca le podría dar yo, ella sin pensarlo se fue con el.
Mi corazón entristeció, se marchitó como una flor se marchita, no aguante eso, miles de pensamiento estaban en mi cabeza, una noche lleno de ira fui al campamento de los ladrones fui a pedir el favor que una vez la líder me prometió yo les prometí que todos lo que había en el castillo se lo podían quedar pero ella y el conde serían mios, todos aceptaron, casualmente había una espada con una rosa grabada en el mango, una noche luego de planear bien todo atacamos el castillo del Conde hubo sangre gritos, luche contra el Conde y vencí mi ira fue más fuerte que el, luego entre a la habitación de ella estaba aterrorizada yo la miré a los ojos y sentí ese miedo en su alma de mi bolsillo saque una rosa blanca se la entregue y atravesé su corazón con mi espada, después de unos minutos observé lo que había hecho mate a la única mujer que amé mi corazón volvió a marchitar yo creí que la venganza calmaría el dolor pero solo lo empeoro tome en mis brazos a mi amada y atravesé mi piel con las espinas de la rosa empecé a sangrar mi sangre se mezclo con la de ella la rosa se envenenó con nuestra sangre, se torno roja tan roja como el fuego del amor y la venganza.

Ame sin pensar odié sin querés quería vivir para amar ame tanto que ese amor me mató, el dolor del corazón no es fácil de curar entré el amor y el odio no hay punto medió.

Marcos.

Yo: lo se Marcos pero el amor y la vida es así debes salir de aquí seguir tu caminó ser feliz otra vez llorar toda la eternidad no te servirá solo seguirás lastimando ese corazón.
Marcos: tienes razón pero no me puedo ir me, aquí es mi hogar sólo que esta vez no dejaré que las espinas del pasado vuelvan a lastimarme (toma mi mano me da su cristal, me abraza muy fuerte) gracias por darme la fuerza.

Comenzó amanecer tomó un puñado de pétalos que saco de su bolsillo lo llevo a la altura de su boca soplo los pétalos me rodearon y un viento fuerte me levantó este me llevo fuera del laberinto que poco a poco perdía sus espinas.