La tarde estaba por terminar y el escritor seguía perdido en el lejano bosque de la imaginación. El crepúsculo de la sinrazón tendió su manto y la noche de la desesperanza llegó. El escritor sabía que ese lugar era peligroso de noche y por ello trató vanamente de buscar la salida, las bestias de la noche amaban a los perdidos de mente, pero en especial había escuchado de una que devoraba la mente dejando al hombre perdido en sus pensamientos.
La noche transcurría y el escritor comenzó a impacientarse, de pronto escuchó un ruido detrás de sí. La sombra de una bestia estaba allí y rápidamente corrió para salvar su vida. Se escondía detrás de cada árbol intentando escapar de las fauces de la bestia pero todo era inútil, siempre lo encontraba para nuevamente seguir la persecución. Finalmente el escritor cansado encontró un claro en el bosque donde había un cristalino lago, exhausto se arrodilló a tomar agua pero frente a él nuevamente apareció la bestia. Un rayo de luz iluminó el rostro del ser para descubrir que el escritor estaba frente a sí mismo.
ESTÁS LEYENDO
De la pluma del escritor
Espiritual¿Quién es el escritor? El escritor soy yo, eres tú, cualquiera puede ser este singular personaje. Aún antes de Tierra de Escritores, el escritor nació en un singular relato en mis tiempos de ocio y a lo largo de los años fue creciendo en historias...