Mi ángel.

Especial.

11 de enero..
Desperté en casa de Ker, para después recoger mis cosas e irme a mi casa.

Cuándo llegué, entré a mi cuarto y me acosté en mi cama, sin tener la más mínima idea del gran día qué venía.
Ker se quedó dormida, pero vendría después para ayudarme con lo de mi salida con Nathan.

Cuándo lo ví, ese día tan vergonzoso en el qué quedé en el suelo, no pensé cuán importante sería para mí.
Todo fue tan normal.. 

Ya eran las 6 pm, y ya había llegado Ker.
Nunca antes había estado tan nerviosa por una salida, pero hoy era la excepción. 

Me arreglé completamente con la ayuda de mi mejor amiga, y me quedé esperando a qué Nathan pasara por mí.

Pasaron 10 minutos y Nathan llegó y me apresuré en salir.
Al pasar aproximadamente veinte minutos intentando convencerlo de que me dijera el lugar al que nos dirigíamos llegamos a la orilla de la carretera, sí, pero con una gran y hermosa vista al mar.

Bajamos del carro y nos recargamos en el, admirando lo que estaba justo en frente de nosotros; se sentía tan bien sentir el aire pasar por mi cara y estar en un silencio cómodo que al fin y al cabo tendría que romper.

-La vista está hermosa, ¿no lo crees? -le pregunté esperando su respuesta.
-Lo es, y es por eso que te traje hasta aquí. -dijo, mirándome con una sonrisa.
-Buena elección. -respondí.

-¿Sabes?, no me sentía así de bien en algún tiempo.. Lo que pasó con mi última novia fue algo difícil de superar.
-Siempre es así, pero al final te das cuenta que no se trata de superar, se trata de ser feliz con lo que te queda y seguir tu vida, y al igual si anhelas algo hacer lo imposible para conseguirlo.

Me miró y sonrió, su sonrisa era hermosa y causaba un efecto increíble..
Nathan se acercó a mí lo suficiente como para sentir su respiración en mi cara, y finalmente nos unimos en un cálido beso.

No lo conocía aún lo suficiente.. Pero desde ese momento me di cuenta que no era algo normal, que él era e iba a ser especial en mi vida.