Prólogo

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La mayoría de las personas que llegarán a este texto, lo harán por la portada o  su nombre, pero no deberían juzgar una historia por lo que se puede ver a simple vista.  Si creen que esta es una historia de amor, les aseguro que no. Utilizo acá el no como mecanismo de defensa; mejor conocido en la psicología como negación. Decidí implementarlo porque los personajes poseen rasgos psicológicos complejos y personalidades un tanto abrumadoras.

Cuántas veces nos ha pasado de ir caminando por la calle o en transporte público añorando la vida de las personas que no conocemos, creyendo que ellos poseen todo lo que nosotros no, creyendo que quizás ellos son más felices, más saludables, incluso mejores a nosotros en todo aspecto. Eso pues es lo que le sucede a Mía cada vez que deja su casa, y extrañamente, no está sola porque en alguna parte de la ciudad mientras ella vive su cómoda vida, se encuentra Ottis  haciéndose la misma pregunta; ¿por qué? .

El problema de esa pregunta para dos personas con enfermedades mentales como ellos abre caminos a cuestiones que parecen imposibles, pero que de alguna manera, les resultan tan atractivas que no pueden alejarse de ellas. Ambos con asuntos aun no resueltos y con la idea común de hacer lo imposible por cumplir las expectativas impuestas por el entorno personal, comienzan a descubrir que hay algo más que todo aquello que puede encontrarse actualmente en las redes sociales. 

La ansiedad, la depresión, las relaciones tóxicas, entre otros, son algunas de las temáticas presentes en la historia. Nada en esta novela de tres partes es lo que aparenta.

Nadie tampoco lo es.



Alguien con Quien DormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora