Sin final, no hay comienzo

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Ottis

JUEVES 17

Sé que no es martes y trataré de ser lo más breve posible pero me urgía escribir, de todas maneras esto va a terminar en la basura como todo lo que pienso ultimamente.
Fui una mierda con Mía, me porté como un reverendo idiota, es entendible que no hablemos y que todo se haya ido al tacho.
Me invitó a "hacer algo diferente" no sé a qué se refirió con eso, pero le sonreí y actué como si nada hasta que le comentó algo a la profesora mientras tomábamos notas y yo acoté como un imbécil sin escrúpulos:

- Como alguien dijo una vez: "no te ilusiones"

Soy yo el que no quiere ilusionarse, pero solo lo digo para aparentar ser fuerte, ya lo tengo asumido.

- ¿Por qué lo haría si son cobardes y como todos los demás?

Que dijera eso otra vez hizo que viera todo con más claridad.

-Exactamente, es mejor así.

Contesté. No podía explicarlo, no después de todo lo que había hecho. Era un cobarde y estaba conforme con eso. No pude decirle nada, la miré y me quedé ahí en silencio pensando en todo lo que en realidad quería decirle.
¡No soy suficiente, maldita sea! ¡nunca voy a poder llegar a ser lo que espera! ¡nunca voy a ser ni una parte de lo que ella es! Si tan solo lo notara...
Entonces me levanté y me fui porque tenía estos estúpidos asuntos laborales que usé de excusa para escaparme de la clase más temprano.
Sentí un reloj en mi cabeza, las manos me sudaban y temblaba llevándome todo por delante.
Así es como se siente mi ansiedad, voy corriendo, imparable, hacia una meta inexistente que se encuentra a kilómetros de donde en verdad estoy. Siempre miro un paso mas allá de todo, del presente, de lo que hay, de lo que tengo. Quiero más pero nunca es suficiente, estoy insatisfecho, disconforme, se que quiero algo pero no logro ver bien qué es lo que quiero. Dependiendo cómo se vea, Mía es un obstáculo en mi camino a la meta, o Mía es la meta mientras que todo lo demás es un gran obstáculo. Quizás yo sea mi propio obstáculo, poniéndome trabas constantemente para evitar lo que podría merecer. No, no lo merezco, ella se merece más que una persona con tan poca estabilidad e intermitencia.
Mierda, no puedo más. Pienso demasiado.

Recibí un mensaje de ella hace un rato diciéndome que se sentía devastada. Quizás por no hablarme o por sentirse culpable, qué sé yo. Solo me limité a contestarle:

- Estoy igual que vos.

Lo que fue cierto porque en realidad no sé qué sentir, se que siento algo que preferiría evitar, arrancarlo de mi. O quizás quiero hacerme creer que siento algo pero no siento una mierda y es solo la abstinencia. Mierda, esto va a matarme.
Dara también me mensajeó invitándome a salir mañana, pero no tengo idea qué hacer. Por momentos quisiera tomarlo todo y empezar de nuevo pero no tengo las agallas para hacerlo. Si pudiera, si tuviera el valor, el coraje, lo que fuera, lo acabaría, sin duda acabaría todo.
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VIERNES 18

Llegó el viernes y todo se ve diferente desde ya, traté de hacer todo lo que debía pero no pude llevarlo a cabo siquiera.
Necesitaba ayuda, estaba convencido de eso, entonces decidí hablar con los más cercanos y todos llegaron a la misma conclusión: merezco algo mejor.
Ella también merece algo mejor para ser honesto y es cierto, soy un error, un fracaso intentando encontrar algún tipo de felicidad que nunca pude encontrar en mi mismo. Maldita sea, todos buscan la felicidad.
Le dije parte de la verdad, no la verdad que tenía dentro de mí. Le dije que me sentía extraño, triste, cansado de todas las cosas que no merezco y que todo el mundo pudo notar que ya estaban jodidas.
Afortunadamente ella dijo que su vida iba igual, no dije más pero estaba agradecido; lo que me hizo sentir la peor mierda porque ¿quién puede sentirse así con la desgracia ajena? Solo un enfermo como yo.
Tarde en la noche, buscando en el Poly encontré una foto, una especie de despedida que luego se desvaneció como su último beso hacía ya un mes.
No hubieron más fotos, ni palabras, solo esperanza para mí entonces empecé a preguntarme qué pensaría ella, qué pensaría de nosotros Tendremos mucho tiempo ¿verdad?.
Quiero convencerme de eso con la cerveza en la mano y los pensamientos empiezan a colmar mi vaso. Ambos merecemos algo mejor.

Alguien con Quien DormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora