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Youngjae se llevó el café a los labios y tomó un pequeño sorbo, contemplando el sol que recién se levantaba. Estaba sentado en el balcón, envuelto en el edredón. Podía oler a Daehyun en el espeso edredón y se encontró extrañando al mayor, a pesar de que lo había visto esa misma mañana. Daehyun le había ordenado que se quedara mientras atendía un negocio.

Respiró profundamente, perdiéndose en sus pensamientos. Se había enamorado de Jung Daehyun. Youngjae se sentía amargado de que, de todas las personas en el mundo de las que pudo enamorarse, tenía que ser ese hombre. Quería seguir luchando contra sus sentimientos, pero no tenía sentido. No podía pretender que no estaban allí, que no eran reales. No podía fingir que odiaba a Daehyun. Se odiaba a sí mismo, pero Youngjae sabía que nunca podría odiar a Daehyun.

Miró por encima del hombro, oyendo que se abria la puerta de cristal detrás de él. Youngjae se encontró con los ojos de Daehyun y no pudo evitar la pequeña sonrisa que apareció en sus labios. El más viejo lo miró antes de sonreír lentamente. "Ahí estás"murmuró mientras se movía para apoyarse contra la barandilla de cristal y luego las cosas estaban tranquilas-.

Youngjae se tomó un momento, observando cuan guapo era el hombre mientras veia fijamente el paisaje delante de ellos. "Tenías razón anoche" la voz de Daehyun lo sacó de sus pensamientos. El joven lo miró confundido y se volteo a verlo. "Tienes razón, no te hubiera querido. No tengo relaciones sexuales con vírgenes".

Youngjae lo miró fijamente, inseguro de qué decir o de que quería decir el mayor. "¿Era eso lo único que me escondiste, Youngjae?" preguntó Daehyun. No había ninguna sospecha en su tono de voz. Sólo estaba interesado. "Te daré esta oportunidad para decirme si hay algo".

Youngjae deseaba decirle la verdad a Daehyun, admitir que era un policía. No quería traicionar al mayor más de lo que ya había hecho. Quería quedarse con el hombre; Para escapar y nunca volver atrás. Cuando Youngjae se dio cuenta de lo que estaba pensando, se sintió horrorizado consigo mismo. No podía hacer eso, nunca lo haría. Él no lo tiraría todo a la basura por Jung Daehyun. No podía hacer eso. No podía dejar atrás su vieja vida, su familia y sus amigos por un criminal. "No." Youngjae negó con la cabeza. "No hay nada". Todo lo que Youngjae quería hacer en el mundo era bueno.

Daehyun asintió con la cabeza y las cosas se volvieron a quedar tranquilas. Youngjae tomó otro sorbo de su café, tratando de ignorar al hombre mayor que lo miraba fijamente. Todavía no sabía cómo el hombre se sentía por él y eso le hacía sentirse consciente de sí mismo. ¿Acaso el mayor todavía lo ve como un juguete? "Daehyun" Reunió todo el coraje que pudo para hablar. El hombre lo miró expectante mientras contemplaba su café. "¿Qué piensas de mí?" preguntó en voz baja antes de obligarse a mirar hacia arriba.

Youngjae sabía que no era el tipo de preguntas que debía hacerle a Daehyun. Él sabía que esto no ayudaria con el caso y que él debería estar cuestionando al mayor acerca de su trabajo. Pero no pudo evitarlo. El quería saber. Youngjae quería saber si su vida realmente no significaba nada para Jung Daehyun.

Daehyun pensativo frunció sus labios antes de suspirar suavemente para finalmente apartar la mirada. "Eres especial." Él respondió y Youngjae sabía que no quería decir más, pero simplemente no fue suficiente. Quería oír que el hombre dijera que lo protegería.

"¿Cómo es eso?" Y cuando Daehyun no respondió, el continuó. "¿Te preocupas por mí?" El hombre mayor le lanzó una mirada de molestia y Youngjae frunció el ceño profundamente. ¿Por qué no podía simplemente decir era importante para el? ¿A caso era tan difícil? Miró su café, decidiendo no insistir. Era mejor que a Daehyun no le importara.

Daehyun encendió un cigarro y tomó una larga calada antes de hablar. "Me preocupo por ti." Él admitió sin mirar a Youngjae a la cara. "No sé qué decir ..." Parecía frustrado y Youngjae se dio cuenta de que no sabía cómo expresar sus sentimientos. el descubrimiento fue un choque para Youngjae. Jung Daehyun era siempre tan sereno, tan tranquilo y tan frío. Se preguntó cuánto tiempo había encerrado sus sentimientos.

MISERICORDIA (10 minutos) [DAEJAE] -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora