IX.

742 91 11
                                    

Himchan suspiró suavemente mientras escuchaba sus otros compañeros hablar de Youngjae. Sabía que a Youngjae le haría daño si oyera lo que decían. Odiaba cuando hablaban de cómo Youngjae no pertenecía aquí, de cómo este caso no era el adecuado para él, pero cuando empezaron a apostar a cuánto tiempo sería hasta que su amigo fuera asesinado, Himchan se levantó tan rápido, que su silla cayo, entrecerrando los ojos. La habitación se quedó en silencio mientras el hombre miraba a todos y cada uno de ellos.

"No se atrevan a decir cosas como esas sobre él." Siseó. "Después de todo, sé cómo hacer que un homicidio parezca un accidente." Himchan sabía que podía meterse en problemas por, incluso, amenazar pero eso no le importaba. No tenían derecho de hablar de Youngjae así, a apostar por su vida como si no fuera nada. Se dio la vuelta y decidió que necesitaba salir a respirar aire fresco.

El hombre respiró hondo cuando estaba afuera, apoyado en la pared de afuera, pensando en todo lo que había sucedido en las últimas semanas. Con la información de Youngjae, habían sido capaces de capturar a Kim DooHan. El hombre no era necesariamente el más inteligente cuando se trataba de cubrir sus huellas, así que había sido fácil encontrar sus drogas y dinero.

Himchan había examinado las camaras de seguridad, interesado en ver si podía detectar a otros criminales pero sólo pudo ver a una mujer misteriosamente familiar parecida a alguien que conocía, pero no había pensado demasiado en ella hasta que el resto del equipo había decidido que la mujer era una espía enviada por un rival. Se había quedado hasta tarde esa noche, observándola y su boca casi se cayó cuando se dio cuenta de que era Youngjae.

Había habido un asesinato esa noche y no había duda en la mente de Himchan que Youngjae había estado implicado. Por lo que él podía decir, el menor había sido atacado pero no estaba seguro de si Youngjae sería considerado un cómplice o simplemente protegiéndose ya que el hombre había muerto por haber sido atropellado. Lo que le hacía más ansioso era que Youngjae le escondía cosas.

Encendió un cigarrillo y se lo llevó a los labios, pensando en la escena del crimen que había ocurrido hace poco a unos kilómetros de Seúl. Una escena del crimen brutal donde cuatro hombres habían sido asesinados. Los cuerpos todavía estaban siendo examinados para huellas dactilares, entre otras cosas, pero no había duda en la mente de Himchan de que Jung Daehyun tenía algo que ver con esto y se preguntó si Youngjae también había sido parte de ello.

Sostuvo el cigarrillo entre los labios de nuevo. Él apretó y aflojó nerviosamente su mano libre. ¿Youngjae estaba haciendo cosas que no debía hacer? ¿Estaba violando la ley? Himchan cerró los ojos y suspiró en voz alta.

Sabía que su amigo estaba durmiendo con Daehyun y se culpó por haber animado a Youngjae a usar su cuerpo para obtener información. Himchan nunca había esperado que el joven llegara tan lejos y se preguntó cómo estaba afectando a Youngjae. Por lo que él sabía, el hombre más joven había sido virgen. Le preocupaba que Youngjae hubiera perdido su virginidad ante un cruel asesino a sangre fría.

Los vírgenes se enamoran demasiado fácil, forman vínculos demasiado rápido.

Youngjae se había visto tan frágil cuando lo vio por última vez. ¿Estaba bien? ¿Daehyun lo estaba lastimando? Tenía tantas preguntas que quería responder, pero Himchan no sabía cómo preguntar sin que el joven se volviera defensivo y le dijera que no creía en él. Himchan tiro el cigarrillo en la basura antes de suspirar y volver a entrar.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Youngjae no se sorprendió cuando se despertó esa mañana y Jung Daehyun ya no estaba a su lado. Se frotó la frente mientras pensaba en todo lo que había sucedido. Desde el baño hasta cuando regresaron al dormitorio y empezaron a tener relaciones sexuales. Los detalles eran un poco borrosos pero todavía podía recordar lo bien que todo se había sentido. Se estremeció y apartó los pensamientos antes de levantarse de la cama.

MISERICORDIA (10 minutos) [DAEJAE] -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora