MISERICORDIA (10 minutos) [DAEJAE] -En edición-

XVII

Junhong suspiró en voz alta, arrastrando su pesada mochila detrás de sí mientras caminaba hacia su escuela. Había debatido sobre saltarse la escuela hoy, él tenia un poco de resaca por beber la otra noche pero su madre había dicho que si él volvia a saltarse clases otra vez, ella lo enviaría directamente a una escuela militar. Sólo el mero pensamiento le hizo estremecer. Sin embargo, lo único que quería hacer era volver a casa y acurrucarse en la cama. La escuela apareció a la vista y Junhong miró la hora en su teléfono, leyendo que tenía unos veinte minutos más antes de que él necesitara estar en el salón y Junhong ciertamente no iba a pasar más tiempo en esa clase de lo que necesitaba.

El adolescente caminó hacia una zona un poco oculta antes de buscar en su bolsillo sus cigarrillos y encendedor. Mientras encendía uno, Junhong podía oír a Youngjae regañándolo, diciéndole que lo matarían. Echaba de menos a su hermanastro . . . ni siquiera podía recordar la última vez que lo había visto. Junhong no estaba enfadado con él ni nada, sabía que su hermano estaba ocupado con el trabajo y tenía mucho en sus hombros en este momento. Pero, lo echaba de menos. Realmente lo hizo. Youngjae siempre hacía tiempo para él, incluso si el solo le rodaba los ojos y le decía que se fuera.

Nadie tenía tiempo para él. Junhong observó cómo el humo de su cigarrillo giraba en el aire antes de mirar por encima del hombro, oyendo a alguien que caminaba hacia él. Casi esperaba que fuera un maestro y que él tuviera serios problemas, pero en vez de eso era otro compañero de clase, uno que nunca había visto antes.

"¿Puedes darme un cigarrillo?" preguntó el extraño, sonriendo ligeramente. "Mi mamá me encontró fumando y los tiró."

"Claro." Junhong se encogió de hombros y lanzó su mochila hacia el adolescente.

"Soy Jongup." Se presentó, sacando uno de los cigarrillos y devolviendole el paquete a Junhong. "Acabo de transferirme aquí hace unas semanas." El joven adolescente asintió con la cabeza antes de presentarse tranquilamente, pasando su encendedor a Jongup. Un silencio llenó el aire, sin saber qué decir, pero no era necesariamente incómodo. "Nunca te he visto, ¿en qué grado estás?"

"En décimo, ¿Y tu?" Junhong no podía evitar sentirse un poco complacido de que alguien parecía interesado en hablar con él y por una vez no fue él quien forzó la conversación. Eso se sintió agradable, muy agradable.

"Undécimo. Supongo que eso explica por qué no te he visto por aquí".

El joven adolescente soltó un zumbido en contestación antes de tirar su cigarrillo al suelo y pisarlo. "Entonces, ¿Te gusta esta escuela de mierda?"

Jongup bufó, mirando por encima del hombro para mirar a la escuela privada de élite antes de mirarlo. "Es la escuela, es una mierda, sólo estoy aquí porque estoy obligado" Junhong asintió con la cabeza, murmurando 'igual' antes de que Jongup tirara su propio cigarrillo al suelo. "Yo tampoco he hecho amigos, al menos hasta ahora." Él sonrió, moviendo sus cejas y el más joven se rió, no queriendo admitir lo feliz que lo hizo sentir.

"Probablemente deberíamos ir a clase, la campana va a sonar en cualquier momento" Junhong dijo, agarrando su mochila del suelo y caminando mas allá de Jongup, el mayor alcanzando sólo unos segundos más tarde.

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Youngjae miró fijamente la calandria que colgaba de la pared frente a él, apretando firmemente la taza caliente en sus manos mientras mentalmente contaba los días. Tres meses. Habían pasado tres meses desde que salió del apartamento de Jung Daehyun. Se obligó a levantar la taza hasta sus labios, inclinándola y obligándose a tragar el líquido caliente. Daehyun se había ido; no le sorprendió que el hombre fuera capaz de escapar. Se había preparado para aquella noche, ¿no? Youngjae había peleado con Himchan, gritando y suplicandole a su amigo que no llamara al FBI y les hiciera saber que necesitaban hacer un movimiento justo entonces y allí porque Daehyun lo sabía.