Ella era hermosa, de eso nadie tenía duda y es que la belleza no era algo sólo superficial, no, la belleza era toda una identidad. Era la persona en general, era la forma en que tratas a los demás, era la sonrisa forzada que intentaste dar un día en el que no te sentías con ánimos, era la risa que lograste sacarle a alguien cuando estaba en sus peores días; la belleza era todo lo que te hacía persona y ella era hermosa.
Sonia estaba segura de que sin importar lo que esa chica hiciera, todo el mundo iba a quererla y es que hasta ella la quería y nunca en la vida habían tratado, ni siquiera un roce de brazos o una intercepción de miradas, no, para esa chica Sonia era una completa desconocida, que triste que para ella Bianca Rozz era el monumento más grande al cual ella debía admirar.
Vio su reloj, faltaban quince minutos para las diez y sabía que ella solía salir a esa hora a desayunar junto a su novio en una de las gradas del campo de fútbol. Caminó hasta el lugar y notó cómo ambos se encontraban demostrando el amor que se tenían, ¿Acaso ella podría estar en esa misma situación algún día?
Suspiró frustrada ante sus pensamientos y se sentó en las gradas frente a ellos para mantenerse cerca pero al mismo tiempo pasar desapercibida. Tenía un flechazo por una chica, odiaba admitirlo pero su corazón daba un salto cada vez que estaba cerca de ellos y tenía miedo de que eso se volviera más serio. —Los estoy acosando. —Se dijo a sí misma luego de ver como él la había besado, tan lento y tan suave, así como ella deseaba hacerlo. —Esto está mal. —Dijo en voz alta, un chico que se encontraba cerca la miró confundido.
— ¿Qué está mal? —Le preguntó, Sonia negó rápidamente y le respondió que había pensado en voz alta, sólo eso. Él asintió y se colocó sus audífonos para seguir leyendo el libro que llevaba en sus manos, Sonia suspiró ¿Él había sospechado sobre sus miradas hacia los dos chicos de al frente?
—Debes darte por vencida, Sonia. —Pensó al verlos nuevamente. —Eso nunca pasará.
De un momento a otro, la chica se separó de su novio, acomodó el lago cabello que Sonia tanto deseaba y lo ató con un ganchete para formar un moño, su novio se rió ante el intento fallido y le pidió (O eso fue lo que Sonia logró entender) que se volteara para que así él fuese el que le hiciera el moño que deseaba. Sonia sintió celos, ella quería ser la que estuviera en esa situación, sentía celos y se culpaba por verlos cada día a la misma hora. Sonia deseaba estar en su lugar, lo deseaba con todas sus ganas; probar sus labios y sentir su sonrisa en medio del beso, dormir y despertar a medianoche a su lado, oler el aroma de perfume que quedaba en su camisa cada vez que le diera aun abrazo, ella quería todo eso y más.
Pero no te alarmes, a Sonia no le gustaba Bianca, no, Sonia quería ser Bianca porque a Sonia le gustaba el novio de Bianca.
Primero que nada, ¿Vieron lo bonito que me quedó esa foto?👆
Ahora, si creiste y/o esperas que esto sea una historia lgtb, es mejor que no continúes leyéndola. En ningún momento habrán situaciones semejantes al tema, sólo se hablará de una chica que está enamorada de un chico con novia.
Teniendo claro ese punto y deseas continuar, debo aclarar que esta historia constará de cinco partes y las estaré subiendo una vez por semana. Así que espero que les haya gustado.
Genesis.
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Esa Chica
Short StoryElla odiaba admitirlo pero sentía admiración por esa chica. Pertenece al Universo Literario de Sunny Ice. Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1708273370170. Se le prohíbe la copia.