Sonia sabía que estaba mal que se hubiese peleado con Matías, él de cierta forma estaba en lo correcto cuando le dijo que necesitaba un amigo. Necesitaba a alguien en quien confiar y Matías era lo más cercano que ella logró tener pero fue una estúpida y dejó cegarse con lo que ella creía que era amor. Lo que ella sentía por Bruno era una admiración tan grande que logró convertirse en una patología obsesiva.
Observó a Matías con un grupo de chicos a los cueles ella no había visto nunca y con el temor que llevaba por dentro decidió acercarse. Los chicos que estaban con él dejaron de reírse al verla llegar. —Hola—Dijo uno de ellos. — ¿Te conocemos? —Ella negó y fijó su mirada en Matías.
— ¿Podemos hablar? —Le preguntó. —Matías asintió y le pidió a sus amigos que se fueran unos minutos.
— ¿Y bien? —Le preguntó cuándo ellos ya se encontraban solos.
—Discúlpame por lo que te dije, sé que soy un poco estúpida por haberlo dicho y sé que Bruno no se fijará nunca en mí pero me ofendió bastante la manera en la que me lo dijiste.
—Creo que era necesario decírtelo así, pero discúlpame entonces también. —Le respondió—No quiero que caigas en una mentita y te ilusiones. A él no le gustas y debes darte cuenta de eso.
—Lo sé, sólo quiero poder al menos tener un poco de su atención.
—Pero si lo haces de esa manera sólo lograrás que crea que eres una completa loca.
—Deja de llamarme así ¿Quieres? Eso me lastima.
—Disculpa. —Repitió—No lo volveré a hacer, pero debes entonces quitarse esas extensiones en el pelo, sacarte todo ese tinte que te echaste, vestirte como siempre lo haces y dejar de ser alguien que no eres. —Le dijo cruzándose de brazos— ¿No te gustaría que Bruno se enamorara de ti por quien eres y no porque eres la copia de su novia?
—Pero eso no pasará, él solo tiene ojos para ella.
—Entonces busca a alguien que tenga ojos para ti. —Respondió. —Estuve buscando en internet sobre lo que te está pasando y encontré este trastorno que...
—Yo no tengo nada, ¿Entiendes? Yo sólo quiero ser bella, yo sólo deseo que él me vea. —Lo interrumpió. —Nada de lo que digas me hará como una loca, déjame en paz. —Matías suspiró.
—Entiendo, no quieres escuchar la verdad. —Respondió. —Debo irme a clases en un rato, así que te veo luego. —Le dijo para luego alejarse. Sonia se quedó sentada en la mesa sola y a lo lejos vio como Bianca se acercaba acompañada de otra chica a una de las mesas que estaban a su alrededor,
¿Qué tenía Bianca que ella no? Ya era rubia, ya se puso extensiones y su cabello llegó a ser igual de largo, se vestía igual incluso, lo único en que no pudo parecerse fueron en los ojos, los lentes de contacto eran muy caros para ella pero ¿Eso no era suficiente? También empezó a actuar de cierta forma como ella, quería ser igual de risueña que ella, igual de amable como ella, quería recrear la misma historia de amor cliché que ella tuvo con Bruno, ¿Acaso eso era tener un problema? ¿Acaso eso no era amor?
Amor.
¿Bianca sentía amor por Bruno como ella lo estaba sintiendo? ¿A esa intensidad que puede llegar incluso a sorprender? No, no lo creía. Sonia no creía que Bianca pudiese sentirse igual pero aun así ella estaba ganando y se sentía tan mal por eso.
¿Por qué Bruno Marcormig? ¿Por qué tenías que haberte fijado en la chica cliché y no en ella?
N/a: Sonia con extensiones en multimedia. Ya el próximo capítulo es el último. Espero que mes haya gustado.
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Esa Chica
Short StoryElla odiaba admitirlo pero sentía admiración por esa chica. Pertenece al Universo Literario de Sunny Ice. Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1708273370170. Se le prohíbe la copia.