Capítulo XI

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Todo su peso se encontraba retrancado contra la pared, sus ojos permanecían cerrados y tomaba profundas respiraciones, intentaba mantener la mente el blanco, sin pensamientos negativos o positivos, eso era lo que le tranquilizaba en ese momento.

―¿Es normal que haga esto? ―la voz de Viktor resonó en sus oídos.

―Es su momento de concentración ―contestó Nishigori.

Abrió sus ojos, cualquier intento de volver a su estado de meditación fue roto desde que escucho a Viktor, no podía permanecer imperturbable ante él.

Sus compañeros de Quidditch poseían miradas de admiración por el ruso, excluyendo a Pitchit, Nishigori y tal vez Yuko, puesto que se acostumbraron a la presencia constante de Viktor, sonrió inconscientemente ante la imagen que se regalaba, una impensable meses atrás.

―Yuuri~ ―Viktor saltó en su dirección, el abrazo que recibió le saco la respiración, sus pulmones exigían que entrara aire por estos.

―Viktor ―dijo entrecortadamente ―tu abrazo me está matando.

―Lo siento ―este se separó, no se veía apenado ante su "casi" asesinato, Viktor disfrutaba invadir su espacio personal cada que tenía oportunidad y Yuuri dejo de pelear, era una guerra perdida.

―Entonces ―Gabby, una chica menuda y de cabello castaño llamó la atención, sus mejillas teñidas profundamente de color rojizo ―¿Es cierto el rumor de que son entrenador y alumno?

―Para nada ―Viktor negó con una sonrisa radiante ―no todas a las personas que halague estarán a mi tutela, ese fue un rumor que se extendió por Yurio.

―¿Y porque estas siempre junto a Yuuri? ―esta vez fue Julian quien preguntó, Yuuri comenzaba a removerse incomodo por las repentinas preguntas.

―Creo, y estoy seguro, es mi derecho elegir a mis propias amistades, ¿estoy equivocado? ―enarcó una ceja Viktor, algo en su expresión le indico que comenzaba a exasperarse.

―Dejen de molestar ―Pitchit alzó la voz ―no es responsabilidad de Yuuri ser amigo de Viktor, así que esparzan sus celos en otro lugar o mínimo actúen como compañeros, estamos en el mismo equipo y eso es esencial.

Las miradas cambiaron de unas un tanto hostiles a avergonzadas, esto era lo que precisamente había estado recibiendo, se acostumbró a ello sorpresivamente rápido y aprendió a ignorarlo; no poseía el tiempo suficiente para prestar atención, su agenda estaba al límite y con mucho esfuerzo lograba levantarse por la mañana.

La risa infantil de Viktor llenó el silencio, Yuuri curveo los labios en una sonrisa presintiendo las próximas palabras que saldrían del ruso, sin saber cómo, su cerebro y el de su ídolo a veces coincidían.

―Quiero volver a confirmar que yo no entrenare a Yuuri ―Viktor habló manteniendo por segundos la vista en cada uno de sus compañeros, en especial a Julian ―porque al parecer no se ha desmentido del todo.

―Ahí lo tienen ―apuntó Nishigori ―ahora, no quiero sus caras hostiles hacia Yuuri, si nos dividimos perderemos, ¿entendido?

―Entendido ―respondieron todos a excepción de él y Viktor.

―Ya que dejamos en claro ese punto hay que salir a tomar aire, estar en vestidores solo nos pone ansiosos.

Yuuri se disponía a seguir a Nisighori, tal como los demás, solo que una mano se cerró sobre su muñeca deteniéndolo. Observo a Viktor en busca de alguna respuesta que justificara su agarre, en cambio este lo arrincono contra la pared, esto parecía ser una mala costumbre, el arrinconarse mutuamente.

El torneo de los tres magos [Victuuri] -En  edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora