La decisión que tomo el ministerio de no cancelar el torneo no le sorprendió, era entendible a sus ojos. Ellos querían evitar el caos y brindar seguridad, la única manera de hacerlo era continuar con el torneo, de lo contrario expondrían una imagen de vulnerabilidad ante el ataque recibido a Hogwarts.
Sus amigos se habían indignado, principalmente porque velaban por su seguridad.
Yuuri acepto el hecho con total calma, Mila y Viktor siguieron su ejemplo, los tres realizaron la promesa de continuar en este juego y la cumplirían, su motivo era igual al del ministerio, demostrar que no vencerían su fuerza de voluntad.
El hombre de ojos verdes no pudo brindar su declaración, alguien lo ayudo a escapar y aquella acción dejo en claro que existía una persona infiltrada en Hogwarts, eso provoco el aumento de la seguridad en el castillo. Muy pocas personas sabían sobre el vínculo entre el hombre y Yuuri, eso ayudo a que su semana pudiera transcurrir en una calma regular, pues no podía evitar ser entrevistado por cada compañero que deseaba saciar su curiosidad.
La situación con Viktor mejoro más si eso era posible, ambos sabían secretos del otro y eso los unió, compartían un vínculo indescriptible, tan profundo que pensar en una futura separación le dolía, Yuuri no era idiota, sabía que al terminar el año se separarían, ambos estudiaban en escuelas diferentes, intentaba concentrarse en sus momentos juntos, los atesoraría como el mejor recuerdo, eso quedaría tras su partida, un hermoso recuerdo.
―Yuuri, concéntrate ―Yuko lo observo intensamente, ella era una chica amable la mayor parte del tiempo, en escasas ocasiones su tranquilidad llegaba al límite y su otro carácter salía al flote, esta era una de esas.
―Lo siento ―se disculpó, se apresuró a recoger su varita, era la tercera vez en cinco minutos que era desarmado, en definitiva, el peor entrenamiento.
―Yuuri, ¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan distraído? ―su amiga se cruzó de brazos esperando una respuesta.
―No es nada.
―Te conozco y puedes decirlo, sé que siempre has sido malo para expresar en palabras tus sentimientos, pero no es bueno que te guardes todo, quiero ayudarte a cargar tus problemas.
Los ojos cafés calaron profundo, Yuko era una segunda hermana, la amiga confiable y maternal, aquella que nunca te abandonaría, siempre tan leal.
―Le confesé a Viktor mi pasado ―admitió pesadamente, ella se sorprendió levemente.
―¿Eso te hizo sentir mal? ―por su expresión, Yuuri adivino que sería capaz de ir a reclamarle a Viktor si era necesario, ese tipo de gestos era lo que lo hacían sentir querido.
―Para nada ―negó ―es solo, bueno, odio no saber que siento cuando estoy a su lado.
Rápidamente Yuko le mostro una sonrisa compresiva, como si ella entendiera mejor sus sentimientos que él mismo, eso lo hizo atormentarse un poco más.
―¿Cada vez que se acerca a ti pierdes la respiración? ¿o cuando sus miradas chocan sientes como si olas te arrastraran en dirección al mar? ¿la gravedad resulta nula cuando te abraza? Dime Yuuri, ¿estoy equivocada? ―su amiga hablaba con tal confianza y sabiduría, la poseía, pero nunca imagino que ella experimentara sentimientos tan profundos por Nishigori, eso se debía a que ellos nunca demostraban esa clase de afecto frente a él.
Medito unos segundos, rememoro sus encuentros con el ruso, cada frase, cada mirada, cada sonrisa. La respuesta era si, todas esas preguntas lo desequilibraban de una manera aterradora.
―Pero...
―No te intentes engañar ―lo interrumpió Yuko amablemente ―no tiene nada de malo enamorarse, nunca es malo, mucho menos de una persona como Viktor.
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El torneo de los tres magos [Victuuri] -En edición-
Fiksi PenggemarLa vida para los magos y brujas hijos de muggles era difícil, en especial para Yuuri Katsuki. A sus quince años era un estudiante de la casa Gryffindor, con un talento que fue forjando poco a poco como buscador y también una persona con cero habil...