Sonrojado hasta la medula se apresuró a recoger los útiles esparcidos por el suelo. Podía haber ocupado el primer lugar en la prueba, pero eso no era un impedimento para su natural torpeza y poca destreza típica de su personalidad. Nadie se detuvo a ayudarlo, solo le dirigieron miradas de reojo, al notar que solo harían eso se tranquilizó, si bien ya era bueno lidiando con atraer la atención, todavía no manejaba su interacción con maestría, si alguien lo detenía para felicitarlo quería huir, en especial si más de dos personas se acercaban, se agobiaba con demasiada facilidad.
Aun con la vista en el suelo distinguió una sombra dirigiéndose hacia donde se encontraba, mentalmente realizo una conversación con posibles respuestas, unas donde no se expondría más de lo necesario y podría quedar como un adolescente normal, no uno nervioso y excesivamente tímido que apenas estaba lidiando con esos dos problemas.
―¿Necesitas ayuda? ―alzó la mirada y se topó con una joven, portaba una túnica con los colores representativos de Slytherin, aquello lo sorprendió y no se obligó en ocultarlo. La chica soltó una pequeña risa y se inclinó hasta estar a centímetros de él ―Mi nombre es Daisy Smith, mucho gusto.
―Igual ―respondió, aún seguía confundido, no había estado recibiendo mucho apoyo de la casa de Slytherin, eso no quería decir que fuera así con todos, algunos dejaron su orgullo y le brindaron una acida, pero agradable felicitación, incluyendo a JJ y su novia, este parecía haber olvidado el duelo y su sonrisa era sincera cuando le deseo éxito en las pruebas venideras, el chico de Pitchit también se acercó, su carácter tan serio y expresión neutral lo intimidaron un poco, seguía preguntándose cómo alguien como su mejor amigo se interesaba en un chico que representaba todo lo contrario a su personalidad, aunque si lo analizaba mejor, tal vez fuera por esa misma razón que se encontraban tan unidos.
―Voy a ser directa ―la chica poseía unos increíbles y expresivos ojos miel, la intensidad de su mirada lo dejo perplejo ―quiero que me invites al baile de invierno, quiero ser tu pareja.
Yuuri parpadeo unos segundos, las palabras de la chica se repitieron en su cabeza. Sabía exactamente a lo que se refería, pero para que aquel evento se realizara todavía faltaba mucho, aproximadamente un mes y ni si quiera se había puesto a pensar sobre el asunto, gracias a ello, chicas cuales nunca le dirigieron la palabra se acercaban insistentemente hacia él, todas con el propósito de ser su pareja, Mila se había librado de ello invitando a un chico, no recordaba su nombre exactamente, Viktor por su parte intimidaba a las chicas que se le acercaban, ninguna parecía resistir su presencia y terminaban huyendo con los rostros avergonzados y prácticamente escupiendo corazones por la boca, así que la única opción en cuanto aquello era él, Yuuri Katsuki.
―Lo siento ―respondió, metió en su mochila el ultimo pergamino que faltaba, se levantó con delicadeza.
―¿Eso es un no? ―la chica llamada Daisy con una elegancia sorprendente volvió a estar de pie, algo en su personalidad le provocaba querer mantener la distancia con ella.
―No quiero pensar en el baile ahora ―dijo, acomodo sus gafas ―y, sinceramente no me gustaría escoger mi pareja ahora.
―Todas te acosaran, yo podría ser tu pase libre ―ella le guiño un ojo, la acción casi lo hace huir del lugar, Yuuri no entendía del coqueteo, mucho menos cuando era lanzado en su dirección, le costó adaptarse a las muestras que recibía de Viktor, así que ser el receptor de una persona desconocida lo altero un poco.
―Voy a declinar de nueva cuenta ―intentó que su voz no fallara ―si eso es todo, tengo que irme.
―Entonces, ¿Quieres comer conmigo? ―su tenacidad era fuerte, ladeo su cabeza, detallando por primera vez el rostro de la chica, poseía facciones delicadas y suaves, su cabello era de un rubio platinado, casi idéntico al de Yurio, pero algo que sobre todo destacaba era la mirada, no había cambiado en absoluto.
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El torneo de los tres magos [Victuuri] -En edición-
FanficLa vida para los magos y brujas hijos de muggles era difícil, en especial para Yuuri Katsuki. A sus quince años era un estudiante de la casa Gryffindor, con un talento que fue forjando poco a poco como buscador y también una persona con cero habil...