Capítulo Tres - Encuentro

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Anya's POV

Korop - Enero 8, 2310

Hoy me desperté más tarde de lo normal, era mi cumpleaños y mis padres me dijeron que podía faltar al colegio. Así que, ya siendo las 11:30 am, me dirijo al baño a realizar mi rutina diaria, luego cambio mi pijama por una remera gris holgada, un jean y unas converse blancas; salgo de mi cuarto y encuentro a mi madre en el pasillo.

-An, ¿qué haces levantada?
-Buenos días... ¿ya no saludas?... y sobre que estoy levantada... son once y media, tengo hambre...- contesté abrazando mi cintura con expresión de dolor.
-Buenos días hija, si, solo pensé que tendría que despertarte -respondió con una sonrisa de lado- quería decirte que hoy vendrán unos amigos de la familia, hace mucho no nos vemos y que mejor motivo que tu cumpleaños para reunirnos... ¿no te molesta?- informó animada.
-No mamá, aunque... hoy quería...
-NO- interrumpió - Perdón que te haya interrumpido de esa manera, pero quiero que te quedes un rato, al menos salúdalos y cruza algunas palabras, llegarán en poco tiempo.
-Está bien -dije y suspiré con pesadez.
-Ah y Feliz cumpleaños mi niña- besó mi mejilla izquierda y se retiró.

Al bajar a la entrada siento que mi corazón y respiración se aceleran, me siento en un escalón, sostengo mi cabeza entre mis manos con mis codos sobre mis piernas; y observo como se abre la puerta de entrada, levanto la vista, veo entrar a seis personas, de las cuales cuatro eran mayores, dos hombres y dos mujeres; y las otras eran dos chicas, una morocha de ojos claros y la otra rubia, ambas tenían el mismo tamaño. Las tres nos miramos, poco a poco nos íbamos acercando, los adultos nos observaban con intriga en los ojos, nosotras avanzamos hasta quedarnos frente a frente. Cuando estuve a punto de hablar, se abrió por segunda vez la puerta y entró Fred, hacía mucho que no lo veía, así que corrí y lo abracé, al llegar siento otros brazos sobre mí, miro a los lados, veo que son las chicas, las miro con cara de "no lo toquen, es mío", pero ellas hacen caso omiso de ello.

Fred nos lleva al jardín, a un lado del lago. Las niñas miran todo asombradas, yo solo camino junto a él. Cuando ya estamos los cuatro sentados, él nos mira, una a una y dice...

- Ya era hora de verlas juntas - nosotras nos miramos, yo no entendí a qué se refería y pude saber que ellas tampoco por la expresión en sus caras- ¿Ya se presentaron?
-No, pero... ok, yo empiezo -dijo la pelinegro- mi nombre es Alaia Bech, soy princesa de Alkazar y hoy es mi cumpleaños -
- ¡También el mío!- dije junto a la rubia, las tres nos miramos y reímos. Fred nos miraba con ternura.
-Ok, yo sigo... me llamo Anya Brooks, soy la princesa de este reino y este es mi cumpleaños número diez - dije jugueteando con mi cabello. Solo faltaba la niña tímida...
-Vamos, anímate- alentó Fred.
-Ehh, bueno... -observé que ocultaba su brazo derecho, me pareció raro, pero no le di tanta importancia - me llamo Ariann Fischvach, princesa de Seadon y también hoy es mi cumpleaños número diez - al terminar de hablar sonrió con timidez.

Fred nos dió el feliz cumpleaños y también nos regaló un collar con un dije en forma de "A"... las tres le agradecimos y lo abrazamos muy fuerte. Luego al separarnos, él dice que nos conoce a todas porque nuestros padres son amigos y cuando éramos pequeñas, a eso de los seis años, empezó a vernos más seguido, ya que había perdido tiempo sin vernos. Al terminar de escuchar su historia, como si lo que Fred contó no importara, Alaia le pregunta a Ariann...

-¿Tú también tienes una luna como marca de nacimiento?- yo las miré, "¿ellas también? ¿Será por eso que sentí eso al verlas?"
-Ehh, si... aquí -muestra su muñeca -¿por qué?
-Tengo una en la espalda - respondió, Fred me miró como diciendo "diles que tú también" y así lo hice...
-Yo igual, miren - y mostré mi marca tras la oreja.
-Chicas, vamos a comer, se nos hizo algo tarde y la comida se ca a enfriar, después pueden salir a jugar- avisó Fred. Nosotras fuimos hasta el comedor de la mano; contentas al tener amigas de misma edad y marca de nacimiento.

De comer había de todo un poco, desde comida saludable, hasta chatarra; yo, por supuesto, comí pizza, al igual que mis nuevas amigas, por lo visto, tenemos los mismos gustos también. Al finalizar, deseamos un buen provecho a los adultos y fuimos a mi habitación.

Hablamos un rato sobre cosas sin sentido, Ariann ya había entrado en confianza, no la podíamos callar y por esto, empezó una guerra de almohadas que terminó rompiendo mi espejo favorito. Alaia se sintió fatal, por haber sido ella quien lo rompió, Ari trataba de consolarla y pudo hacerlo, al calmarse, les dije que yo podía repararlo, sólo necesitaba un balde de agua, así que con mucho esfuerzo las chicas lo trajeron, yo me posicioné frente al objeto hecho añicos, empecé a unir los trozos más grande de éste y luego cerré mis ojos por un poco de concentración, miré el agua y con mis manos la guiaba hacia los pedazos de cristal, el agua fue solidificándose sobre ellos, formando un nuevo espejo. Cuando terminé, lo coloqué en su lugar y al girarme, veo las chicas sentadas en mi cama, observando mí accionar.

-¡Eres como yo!- dijo Alaia emocionada, abalanzándose sobre mí.
-¿Cómo tú?- dijimos Ari y yo.
-Sí, ambas tenemos poderes bien cool, chócalas- contestó alzando su mano para festejar.
-Gracias -acomodé un mechón tras mi oreja- espera- dije pensativa -si tú tienes poderes y yo también... Ari, tú...
-Sí, yo igual, cuando vi a Fred por primera vez, lo asusté con ellos-dijo soltando una carcajada, todas nos reímos.
-y... ¿cuáles son sus poderes?- pregunté, intrigada por la sorpresa de todo esto.
-Cierren sus ojos, yo les digo cuando abrirlos - ordenó Ariann.
-Ok- respondimos y luego cerramos los ojos. Unos segundos después Ariann nos indica abrirlos. Nosotras, al hacerlo nos encontramos con tres niñas y un adulto del tamaño de un pulgar, sentadas al lado de un lago. Ahí es cuando me di cuenta que éramos nosotras hace unas pocas horas, cuando nos presentamos.
-Somos nosotras - digo impresionada.
-Oww, que chulo- responde Alaia - Ok, me toca. - Segundos después de haber dicho eso, la luz solar que entraba por las ventanas ya no alumbraba, entre todas nos miramos y decimos al unísono...
-¡¿ven en la oscuridad también?! SI - y empezamos a reírnos como si nos hicieran muchas cosquillas. Cuando paramos, Al, vuelve a la normalidad la luz y vamos a buscar a Fred. Cuando lo encontramos, éste nos dice...

-¿y? ¿ya son amigas?-
-Sí, tío Fred, pero queríamos...- empecé a hablar.
-...Saber ¿por qué no nos dijiste...-siguió Ariann
-...Que había otras dos chicas parecidas a la otra?-completó Alaia.
-Chicas, se suponía que era un secreto, ¿lo olvidan? -respondió Fred, con razón y dando a entender que no nos dijo ni lo iba a decir hasta que sea el momento, o eso capte... así que decidí cambiar de tema...
-Oye Fred, ¿qué hablaste con nuestros padres?-Él me miró sorprendido, pero de todas maneras nos respondió con la verdad.
- Hablamos sobre que van a estudiar juntas y conmigo... les voy a enseñar trucos- contestó guiñando un ojo. Nosotras lo miramos sin entender, pero en días lo haríamos.

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NUEVO CAP!!!

Esperamos que les guste. Y no olviden dejarnos sus opiniones y estrellitas.

L@s queremos, cuidense.
Adios.

Hijas de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora