XIII

36 1 1
                                    

JUSTIN'S POV

Ha pasado un mes desde aquella situación, al parecer a Leah le hizo mucha gracia saber todo lo que me había pasado en ese trabajo, aunque no importa después de todo ella me perdono.

Estaba en casa de Ryan, una de las "condiciones", por decirlo así, que Leah me puso, fue que dejara de ver a los chicos y sobre todo a Ryan, ya que según ella son una mala influencia, a pesar de que le dije que no era así, que inclusive ellos siempre me decían que debería de hablar con ella, aun así no quiso escuchar, pero realmente no importa tanto, después de todo, los chicos que han dejado de trabajar nunca los volvemos a ver, así que esto es lo mismo que pasara conmigo.

― ¿Así es como me pagas? –dijo Ryan entrando a mi habitación ― ¿Te vas a ir sin despedirte? Y a escondidas

― Lo siento Ryan, sé que está mal, pero no podía hacerlo, suena un poco raro pero el verte me hace pensar que no estoy haciendo lo correcto.

―Sé que me amas y el que veas mi sabrosura te hace dudar...

Nos quedamos en silencio por unos segundos y después rompimos en carcajadas.

― ¡Estas bien pendejo! –dije y el solo empezó a empacar mis cosas.

No dijimos nada por un buen rato, era un ambiente un poco tenso y el que sea la última vez que nos veamos me sigue haciendo dudar de todo.

―Quiero darte tu tiempo, tal vez no sea fácil, pero si de verdad es la última vez que nos vemos, no abra otra oportunidad.

Dude un poco en responder, pero el tenia razón, esta será la última vez que hable con mi mejor amigo.

―Leah me pidió que no los volviera a ver, son una mala influencia y al parecer tú eres más.

―Creo que me perdí de algo.

― ¿El qué?

― ¿Te regresas con tus padres o vas a vivir con Leah?

―Pues claro que voy a vivir con Leah, el que ya hable bien con mis padres no significa que ellos quieran que yo regrese.

―No me refería exactamente a eso ¿sabes? Entiendo el punto de Leah, ella no quiere que la vuelvas a engañar y debo admitir que de verdad te quiere, no cualquiera perdona eso, pero el que te prohíba cosas, eso no está bien.

―Tienes razón en todo, pero defraude la confianza que me dio, así que es lo menos que puedo hacer.

―Si eso es lo que quieres, adelante.

No pude decirle a Ryan lo que realmente pensaba, pero creo que es mejor, no es más que una tontería, siento que todo va a estar bien.

(...)

El dinero que tenía ahorrado se me estaba terminando, bueno en realidad Leah quería que donara ese dinero, porque al parecer no es de buena procedencia, tuvimos una pequeña discusión y al final me dijo que para poder utilizar ese dinero primero tenía que encontrar un trabajo estable y honrado.

Estuve vagando por mucho tiempo, yendo de lugar en lugar, solo me ofrecían trabajos mal pagados y bueno, sé que no puedo aspirar a mucho en mi condición de escuela trunca y además de que no se hacer nada.

Trate de pedirle ayuda a Leah, pero no quiso, al parecer le da vergüenza que trabaje en el mismo lugar que ella, ya que sus compañeras recuerdan aquella vergonzosa situación de mi persona bailándole a hombres. Así que no me quedaba más que buscar por mi cuenta.

Una parte de mí se arrepiente de no haberle hecho caso a mis padres, debí de haber estudiado y pensar más en mi futuro, pero por otro lado sigo pensando que el ser gigolo es una mejor opción.

(...)

― ¿Cómo te fue? –pregunto Leah cuando entro al departamento, ya había llegado del trabajo.

―No muy bien, nadie ofrece una buena paga, el trabajo es muy pesado para la miseria que dan.

―No seas tan exigente ¿acaso quieres ser vicepresidente de una empresa?

―No estaría mal ese empleo ¿no crees? –al parecer no le fue bien mi respuesta ya que Leah me miro mal y se fue a la cocina.

No tuve más opción que ir por ella, no es bueno dejar que Leah se enoje, eso lo he aprendido en estos días, cada que se enoja parece el mismo demonio.

―Es un chiste, sé que no puedo aspirar a un gran trabajo con una buena paga, solo estoy pensando cual de esos horribles empleos debo elegir.

―Horribles o no, tienes que trabajar, necesitamos dinero, no viviremos de aire.

―Sabes que tengo mucho dinero.

―Pero ya te dije que no quiero ese dinero.

―Es un dinero honrado, malo fuera que lo hubiera obtenido por matar a alguien o vender drogas.

―No quiero seguir con esta discusión, entiende ese dinero ¡NO!

― ¡Lo siento!

A veces es imposible hablar con ella y eso que solo llevamos viviendo una semana juntos, no sé qué me espera los demás días.

―Por cierto hice la cena.

―Es lo menos que puedes hacer, así que no esperes una felicitación.

―No espero un gracias o más solo por hacer la cena, pero no tienes que hablarme de esa manera.

―No fue un buen día, lo siento, es solo que me frustra un poco esta situación.

―Lo importante es que ya voy a trabajar en algo mejor, todo estará bien ¡lo juro!

―Eso espero, y bueno ¿Qué trabajo elegirás?

―Seré cajero en una tienda de electrónicos.

― ¿Estás hablando enserio? De eso trabajabas cuando nos conocimos.

―Ahora es enserio.

.

.

.

Y bueno con la novedad de que el próximo capítulo ya es el final, pero creo que lo dividiré en dos partes ya que está un poco largo, pero bueno, ahora si la próxima semana ya está el final.

Gracias a todos los que leen esta historia, espero de verdad que les esté gustando. 


Tell me: GigolóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora