XV final. P2

51 2 3
                                    

(...)

Cuando llegue a casa Leah estaba sentada en el sofá, no sé porque pero por un momento me dio miedo decirle que había renunciado.

― ¿Cómo te fue? –pregunto con una gran sonrisa, lo malo es que me sentía muy mal porque probablemente le arruine su felicidad.

―No muy bien.

― ¿Qué hiciste Justin?

Debo admitir que eso me tomo de sorpresa.

― ¿Cómo que "que hice"?

―Pues sí, siempre haces algo para que las cosas salgan mal.

― ¿Estás hablando enserio?

―Ya te dije que si, así que dime ¿Qué hiciste?

En ese momento caí en cuenta, es como si me quitaran la venda de los ojos, así que... ¿para qué fingir más?, esta vida no es lo que quiero, creí querer algo pero al final me di cuenta que no lo quiero, no es como decir ¿sabes qué? que siempre ya no, me hice una idea de la vida con Leah y realmente no se parece a esto, no sé si Leah siempre ha tenido ese carácter, si siempre ha pensado así o si fue algo que yo provoque con mis acciones, aunque creo que es lo segundo, pero si esta relación nos está acabando, no veo porque seguir con esto.

―Simplemente renuncie.

― ¡¿QUÉ?! ¿Cómo que renunciaste?

―Pues eso, renuncie, ya no aguantaba ese trabajo de mierda, estoy harto, la gente puede ser muy insoportable, parezco un tonto quejándome de eso, pero no quiero hacer algo que no me gusta.

― ¿y qué piensas hacer? ¿Volver a la escuela y poder ser alguien importante? Déjame decirte que yo no te voy a mantener, yo no soy tus padres que te aguantaron por mucho tiempo.

―Creo que estas exagerando, tu sabes que yo tengo dinero para mantenerme, además no tienes por qué meter a mis padres en esto.

―Lo siento pero lo que dices no tiene sentido, además ya te había dicho que no quiero ese asqueroso dinero.

―Ni siquiera me has preguntado qué es lo que pienso hacer, solo te pones a gritar y a suponer cosas.

― ¿Y qué es lo que quieres?

Sabía que el decirle a Leah que ya no quiero nada iba a ser difícil, pero no pensé que mucho.

―He estado pensado y creo que se nos acabó el tiempo

― ¿De qué hablas? Explícate –al parecer si sabe de qué hablo, es difícil y más por la mirada en su rostro.

―Lo siento pero no puedo más, ya no quiero estar contigo.

― ¿Es por qué extrañas ese trabajo de mierda y a tus estúpidos amigos? ¿Qué es lo que te falta conmigo? ¿Qué necesitas?

―No, es por eso, lo único que necesitaba era estar contigo, con Leah a la que conocí, esa que era antes de que se enterara de lo estúpido que soy.

―Habla más claro por favor, yo siempre he sido así –dijo haciendo referencia a su cuerpo.

―No me refiero a ti físicamente, cambiaste mucho, es como si no fueras tú y debo admitir que es mi culpa, por mentirte.

―Puedo cambiar, de veras, puedo ser la misma de antes, si eso te molestaba solo tenías que decirlo.

―No quiero sonar grosero, pero trate de hacerlo muchas veces y solo me contestabas con gritos e insultos, ¡lo siento! En verdad lo siento, soy yo el que te falle y deberías de ser tú la que me dejes, pero enserio que no puedo más.

Tell me: GigolóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora