Soñando Con La Lluvia

Arcoíris

Sol. Un gran y brillante sol, acompañado de unas pesadas nubes se hacía presente en lo más alto del cielo azulado.

Las grandes y grisáceas nubes se apoderaron del cielo, ocultando el resplandeciente brillo del sol, convirtiendo ese hermoso día en una gran tempestad.

Empezaron a caer unas gigantescas gotas, que no tardaron en inundar la ciudad,  complementadas con un fuerte viento, que arrasaba todo a su alrededor.

Solo se escuchaban los gritos y sollozos de la gente, al ver como caían poco a poco todas sus pertenencias.

Todo era caos. Los árboles y edificios derrumbados por la gran fuerza del tifón, las doloridas voces de las personas pidiendo ayuda, el agua cayendo cada vez más alborotadamente.

En medio de esa tempestad se encontraba Julieta, flotando en el gran riachuelo que se formó a causa de la lluvia. Estaba buscando la manera de no ahogarse, al mismo tiempo buscando desesperadamente a su mejor amiga.

ー¡Emily! ¿Dón-dónde estás? ーcon cada palabra que salía de su boca tragaba más y más agua, pero eso no le importaba. Lo único que le importaba en ese momento era encontrar a Emily.

Ninguna respuesta por parte de la otra. Julieta perdía todas sus fuerzas, dejándose llevar poco a poco por la corriente. Antes de dormirse para siempre, una voz le hizo reaccionar, haciendo todo lo posible para dirijirse a ella.

ーJu...julieta, aquí. ーdecía Emily, con apenas un hilo de voz. Estaba sujetada a un árbol, casi sin fuerzas para seguir. Pero al ver a su amiga, usó las pocas que le quedaban para dirigirse a ella.

ーEmily, no te sueltes. Estoy... muy cerca... ーJulieta nadó lo más rápido que su cuerpo le permitía, sintiendo cada punzada que los distintos objetos le causaban en la piel. Sentía mucho dolor, pero lo sentiría más si perdiese a su Emily.

Poco a poco se fueron acercando, ambas extendiendo su mano para juntarse más rápidamente.

ーJuli-julieta. No... no puedo... ーdespués de lograr decir eso, Emily se soltó del tronco, cerrando sus ojos lentamente.

Julieta hizo lo imposible para poder cogerle la mano, antes de que la corriente la llevase lejos de ella.

ー¡No me dejes! ーdicho esto, agarró su mano con una fuerza que nadie ーni siquiera ellaー sabía de donde la había sacado.

Al juntarse sus manos, todo paró de repente. El viento, el ciclón, todo volvió a la tranquilidad de antes. Instantaneamente el sol salió de su escondite. Las nubes se volvieron más pequeñas, aún sin dejar de soltar una que otra gota. La corriente dejó de fluir.

Un gran y hermoso arcoíris se hizo presente. Era un arcoíris distinto, brillante y perfecto, con sus típicos colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, morado y rosa.

Eso fue lo último que Julieta pudo ver en su sueño.

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Esta vez, se despertó sola, sin la ayuda de su amiga o del molesto despertador. Un gran logro por su parte, teniendo en cuenta que seguían en vacaciones.

Se puso a pensar en su nueva pesadilla. Cada día más sentimientos de confusión le atormentaban por culpa de sus alucinaciones.

Se levantó, dispuesta a salir del cuarto. Hoy se despertó temprano, así que se sentía con mucha energia. Al ver a su reluciente móvil, se volvió a sentar, olvidándose de todo lo anterior.

'Hoy será un día nublado'.

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