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    Will y Nico

Pensar que la vida pasa rápido solo te quita tiempo para disfrutarla.
Nico Di angelo creía que su vida pasaría solo y triste, dando vueltas por las sombras como solía hacer antes, pero nunca creyó que alguien tan reluciente como el sol fuera a iluminarlo un poco.
Solo un poco.

Ese día en especial, Nico se sentía mejor que otros, llevaba una semana en la cama de la enfermería, siendo checado por el "doctor" Will Solace, quien le había prohibido hacer cualquier tipo de esfuerzos.
Después de sentirse menos inútil que de costumbre, creyó estar mejor para poder salir (lo que era demasiado para un chico que odiaba el exterior) Aun así, no sabia porque, pero no quería dejar de estar junto a Will. Tal vez tenia que pedir algún tipo de ayuda para sus mariposas esqueléticas que se movían dentro de él, especialmente cuando estaba junto a Will.

—¿Crees que pueda volver a mi cabaña hoy, Solace?

—No creo Di Angelo, tienes un color demasiado pálido —toco la mejilla de Nico— y sigues sin querer comer lo que te ordeno.

—Odio las verduras.

—¿Y quien no? —Will mostró una de esas sonrisas que ponían a volar las mariposas fantasmas de Nico— Pero si tanto insistes, puedes irte a tu cabaña.

Nico estaba por pararse, cuando Will lo sentó de nuevo.

—Pero...— se puso serio (demasiado para Will) — tienes que venir a hacerte un chequeo diario y tengo que ver lo que comes y cuanto. Ordenes del doctor.

Para Nico esa frase era demasiado común viniendo de Will, "ordenes del doctor". Solo tenía poco interactuado con él, pero al parecer ya eran amigos, y tenían una relación paciente-doctor demasiado estricta.

—como digas, Solace.

Will lo dejo ir.

Nico regreso a su cabaña, ese tétrico lugar oscuro. Se prometió remodelarla y eso haría. Primero tendría que cambiar esas camas para vampiros, y las cortinas negras. Y sólo tal vez, un poco la pintura de fuera. Quizá así los cuervos se irían. Sin olvidar el marchito jardín (quizá podría robar unas flores de su madrastra perséfone) Pero antes tenia que comer.

Durante la comida se sentó solo en su mesa, mirando a los demás comiendo, iría con los otros pero realmente no sabía socializar. Hasta que un muy sonriente Jason arribo junto a él.

— ¡Por todos los dioses! ¡mira quien esta aqui!— le dio un golpe amistoso a Nico en su espalda — creí que realmente te habías ido.

Nico fruncio sus labios en una media sonrisa.

—Will Solace no dejaba que me fuera de la enfermería hasta estar mejor.

—Algo así escuche—Jason sonrió aun mas, su cicatriz casi sin notarse— ¿Son amigos?

—No...si...¿Para que quieres saber? —Rapidamente Nico se sintió nervioso sin razón alguna.

—Solo preguntaba. Creo que es genial que tengas amigos en el campamento.

—Si tengo amigos.

—Sin contarme a mi.

—¿Has escuchado algo de Leo? —cambio de tema rapidamente.

—No —los ánimos de Jason parecieron caer.

—Esta vivo, puedo sentirlo. Y Hazel también lo siente—afirmo Nico, intentando hacer sentir mejor a Jason.

—Comenzaremos la busqueda lo antes posible.

—Cuando lo encuentres le voy a dar una paliza —la mirada de Nico pareció oscurecerse de manera graciosa para Jason— nadie puede morir y luego vivir otra vez para desaparecer y dejarme con la duda sin sufrir.

SOLANGELO [one shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora