-Déjame ver si estoy entendiendo bien- Me toco el puente de la nariz para no llorar y agacho la mirada mientras trago saliva, estoy en videollamada con Jennifer –¿Me estás terminando?-.
Hay silencio, levanto por fin los ojos y la veo llorar; cuando hace puchero, la hendidura en su mentón se vuelve más marcada. Y lo peor es que al verla así en lugar de enfadarme quiero pensar que estoy en una condenada pesadilla y despertaré en cualquier momento; la adoro, aún.
-No hace ni dos meses que estoy acá y... y... pfff- En un segundo se me quita aquello y me siento más que enojada -¿Tiene nombre o me vas a salir con que es la distancia y quieres enfocarte en ti? ¿Cuál de todas las estupideces trilladas vas a decirme?-.
-No te pongas así Quinn- Me desvía la mirada y se rasca la ceja, ahora es ella quien traga saliva para ahogar el nudo en su garganta -¿A quién queremos engañar? Un año es mucho tiempo Quinn, tú allá, yo acá, es... yo no puedo con las relaciones virtuales-.
-No es una relación virtual, me conoces, me sabes, me has tocado, olido, sabes que soy real; el punto es que algo está pasando allá y no quieres decirme qué es, la verdadera razón de esta decisión tan imbécil; relación virtual ¡ja!...- Me burlo de ella.En ese preciso momento recuerdo a cierta persona, una nueva amiga suya, Jackie. El reconocimiento se me nota en seguida, abro grandes los ojos mientras me quedo perdida en un punto.
La voz de Jennifer es lejana mientras intenta decirme lo que está pasando, mientras intenta ocultarlo, no precisamente mentirme, pero sí evadirme. Sin embargo sabe que me he dado cuenta de las cosas, que los hilos se han unido para dar forma a lo que realmente es. Todo cuadra, las salidas a bares distintos, las horas de llegada tarde a su departamento, los nuevos estados de Facebook, su forma de no estar para mí en los horarios en los que podíamos coincidir; los pretextos estúpidos para justificar que me dejaba plantada en las videollamadas. Yo, quien le fui infiel, no supe ver las señales hasta ahora. Me siento tan estúpida.
Me siento como debió sentirse ella cuando descubrió lo que pasaba con Rachel y conmigo. Su venganza, planeada o no. Aquí está ese momento en el que el karma toca a mi puerta y me dice: vengo a cobrarte tus pendejadas. Vaya, se siente de lo peor.
Suspiro y la veo, directamente. Ambas en silencio, ambas fijas en el rostro de la otra, la observo, porque quizás vaya a ser la última vez que pueda observarla así. Puede ser una dicha el no tenerla realmente de frente porque entonces querría abrazarla y olerla; el momento impregnaría aquello en mi memoria y luego, algún evento me la recordaría. Odio la memoria olfativa, es la peor. Conecta un olor a la memoria y se hace una explosión de imágenes que luego se convierten en sensaciones que te vuelven loco.
-¿Lo hiciste adrede?- Pregunto, la voz me sale grave, enojada.
-¿Qué?-.
-¿Cómo que qué? Esto-.
-No tanto como lo hiciste tú- Pum, golpe bajo.
-Entonces sí-.
-Mira Quinn, sucedió que nos atrajimos, y en un principio no quise hacer caso de aquello, salíamos, sí, como amigas; luché contra aquello pese a que mi otro yo, el malo, me decía que merecías una probada de tu propio chocolate. De pronto, una noche, no sé cómo, pero sucedió... y no sabía cómo decírtelo, por eso te evitaba-.
-Desde el principio sabías que no me ibas a esperar ¿Verdad?- Vuelve a agachar la mirada y con ello, con ese simple gesto me afirma lo que le he preguntado. Me río amargamente. -Wow Jennifer; pudimos ahorrarnos tanto si tan sólo hubieras sido honesta al respecto-.
-¿Cómo fuiste tú?-.
-¡Deja de apuntarme a mí en lugar de aceptar lo que te corresponde!- Le grito tan fuerte que se sobresalta –Sí, yo fui quien lo hizo primero, yo fui quien te hirió, quien no pudo ser fiel; pero acepté las cosas, no te culpé a ti de nada en absoluto, no culpé a esos días en los que te escondías en tu mente y te volvías oscura y me ignorabas, no culpé a tus cambios de humor, no culpé a Jennifer en toda la amplitud de la palabra, sólo yo era responsable de lo que había sucedido; y tú vienes y en lugar de hablarme con la verdad, me das vueltas, no me cuentas bien las cosas y lo que es peor, me haces pensar que estás contenta de que hayas tenido mas pronto que tarde, con quién cobrarte lo que te hice-.
-Quinn...-.
-Déjame decirte una cosa, si yo me sentía basura por lo que te hice, tú en el calificativo me vienes quedando cerca-.
-No puedo confiar en ti Quinn, no puedo confiar que no verás a alguien allá, no podía no estar pensando que se te haría fácil hacerlo de nuevo y que, yo acá, jamás me daría cuenta de las cosas-.
-Si no confiabas en mí ¿Para qué quedarte?-.
-Creí que podría perdonar y dejar atrás aquello, pero no; la confianza es algo que es muy difícil que se construya de nuevo, tiene que ser a base de convivencia y hechos, y ¿Cómo íbamos a reconstruirla si no estás aquí?-.
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Nunca es demasiado tarde
FanfictionCuando Quinn le dice a Rachel que la ama sale huyendo dejándola con el corazón roto; desde ese día no se han hablado y tampoco se han visto, cada quien hizo su vida. Pero Will les ha pedido a todos que se reúnan para despedir al club glee y es el mo...