Día tres.

4.3K 302 445
                                    

La sensación de una boca húmeda contra su mejilla lo despierta. Mm, Hanzo. Para. Piensa aturdido aún dominado por el sueño. Entrecierra los ojos esperando ver al arquero delante de él, pero en cambio, ve la cara peluda de Cash con la lengua de fuera mientras lo lame alegremente.

"AH" grita empujando al perro de su pecho. "No jodas mis sueños así muchacho."

"¿Qué sueños?"

Hanzo aparece frente a él, con dos tazas humeantes en sus manos. Está usando otra camisa ajustada con el logo de conejito rosa de Hana; Jesse está cien por ciento seguro de que Hanzo usaba esa ropa para provocarlo, Dios, ¿es que el hombre no tiene ropa casual que se adapte a él?.

El aroma a cafeína le inunda la nariz, dejando a un lado los malos pensamientos que le trae la vestimenta tan ajustada del arquero. Estaba animado, con un brillo considerable en sus ojos. Café. Dulce, dulce café.

"Nada." cambió rapidamente de tema, aceptando la taza caliente frente suyo, dándole un largo sorbo para despertarse. "Cristo, me duele la cabeza."

"Tal vez sea porque dormiste en el sofá." dice con una ceja levantada, obviamente esperando a la respuesta del porqué Jesse había dormido en ese lugar.

"Oh" murmura el vaquero, limpiando el café en sus labios con el dorso de la mano. "bueno. Estaba aquí con Cash en mi regazo y creo que, simplemente... me quedé dormido por error. Lo siento." él bien sabe cuan ridícula es esa excusa, y al parecer también su pareja, por el rostro en plan '¿Eso es lo mejor que se te ocurrió?'.

Los recuerdos de ayer por la noche volvieron a él. Los labios de Hanzo, el sabor a chocolate y el dulce en la boca. El deslice de las manos confiadas bajo su franela, pronto el efecto fantasma sobre su estómago apareció ardiente, enviando escalofríos por su columna vertebral. Un momento que parecía real, genuino. Hasta que recordó que todo era actuación para su familia.

Justo ahora, es el arquitecto de su propio infierno personal.

"Me gustó mucho la noche anterior" murmuró Hanzo, sentándose justo a un lado de Jesse en el sofá, hundiendo los cojines bajo su peso. "Nunca he tenido un momento así con mi familia. Y la relación que tienes con tus hermanas, con tu madre..." calla, bebiendo de su taza como si quisiera tomar un momento para acomodar sus pensamientos. "es algo que me gustaría haber tenido."

Jesse frunce los labios. No sabía que decir, porque vamos, ¿qué se le dice a un hombre que casi mató a su propio hermano?.

"No puedo imaginar por lo que tuviste que pasar."

"No puedes."

"Si te sirve de consuelo, mi familia te ama. Estoy bastante seguro de que mi madre te quiere adoptar."

Hanzo deja escapar un pequeño resoplido en forma de risa. "Estoy seguro de que quiere que me convierta en su yerno pronto."

Jesse revuelve su cabello de recién levantado, suspirando pesadamente. "Eso es lo que quiere," asiente, "se le romperá el corazón cuando le haga la llamada en unas semanas para decirle que las cosas no funcionaron entre nosotros. Maldita sea, tuve que abrir mi maldita boca, por eso ahora estamos en este lío."

"Tal vez no tengas que decirle sobre nuestro rompimiento."

"¿De qué hablas?" pregunta Jesse escéptico. La cara en su pareja no se podía leer. '¿Por qué está sugiriendo eso?'

"Simplemente digo que les permitas seguir creyendo en que todavía estamos juntos. No hacemos daño a nadie, después de todo."

"¿Y cuándo ella espere que regrese a casa contigo?"

Four Days - McHanzo/ CanzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora