Querido diario:
Mi padre estuvo toda la tarde de hoy junto a mí, disfrutamos y reímos juntos, lo difícil fue al momento de despedirnos, después de esto no lo volveré a ver hasta el siguiente mes, y es solo si mi mamá no tiene 'planes' para mí. Mi madre ganó mi custodia, mi padre no consiguió que pudiera dar mi declaración - me sentí impotente cuando me lo dijo -; mi padre no quiso contarme mucho sobre lo que pasó en el juicio, dijo que mi madre lo haría y que diga lo que diga el papel él estaría para mí.
Llegué a casa y juro que quise regresarme por donde vine, ella estaba ahí y no estaba sola, estaba su maldito abogado comiéndole la boca, así que tiré la puerta para que se dieran cuanta que tenían compañía; mi madre se alejó del él y le dijo que se fuera, luego se acercó a mi trató de explicarme lo que vi, le dije que no tenía nada que explicarme - solo aquello que está pactado en la custodia - y subí a mi habitación.
Aun así ella trató de acercarse a mí y explicarme, me decía que lo que había visto lo había malinterpretado y que en verdad no hay nada entre ella y su abogado, le dije que no me importaba lo que haga, que podía besarse y acostarse con quien quisiera, que lo único que no podía hacer era meterse en mi vida, le dije que me dejará irme con mi padre, que no entendía como ella había ganado mi custodia, fue cuando le cambió la cara, fue en ese momento cuando, sin responderme, se fue de mi habitación.
No sé qué intenciones trae consigo, solo sé que tengo que esperar a que se equivoque, a que falle y quiera irse de mi lado, solo en ese momento podré irme, alejarme definitivamente de ella, lastimosamente para ello tengo que tener mucha paciencia... Ella no sabe lo que le espera.