Efímeramente inefable

Cap 2 - Malos entendidos

Viernes 16 de Diciembre del 2016:
Desperté entre las sombras, un poco afligida, un poco rota tal vez... Entré a WhatsApp con la esperanza de que Jeanpierre me haiga enviado un mensaje, pero nada... En vez de eso Sebastián, el chico que conocí ayer me envió un mensaje ni bien me puse en línea, eso si dio miedo, rápidamente me estaba alistando para ir al colegio, agarré mi mochila azul y me fui de casa, el clima estaba cálido y allí es cuando lo ví, él estaba caminando hacia el portón del colegio, se veía tan tierno pretendiendo que no me había visto, él era tan inocente que no podía ocultar cuando se sonrojaba. Me acerqué dónde estaba él para que me pongan que asistí a la institución educativa pero ni bien se percató de mi presencia se fue a paso veloz, me entristecí un poco pero también pensé que estaba apurado por sus tareas, entré a mi salón y me fui con mis compañeros de estudio para hacer trabajo grupal, Karen con Zack son enamorados, Gustavo el más alocado y Américo el más aplicado del grupo, que estaba enamorado de mí según decían, pero yo no le tomaba interés. Llegó el recreo, mi única amiga no vino a clases así que me fui a un rincón del salón a dormir, Américo se acercó con su silla "disimuladamente" con la curiosidad de la de un niño.

Américo: ¿Estás bien? — Preguntó —.

Angélica: Sí, solo tengo sueño. — Dije con mi rostro hacia abajo y mis brazos cruzados —.

Américo: ¿Segura? — Dijo pero esta vez acercándose más —.

Angélica: Sí, pero ya me dio hambre así que iré a comprar. — Contesté levantando mi cabeza rápidamente —. Casi nos damos un beso, estaba paralizada, sentía que todos nos miraban y de pronto se pudo oír el sonido de una cámara. Creo que nos tomaron foto — Pensé y reaccioné —.

¡Yo no siento nada por Américo! Así que... ¡El que me quiere difamar tomando esa foto del supuesto beso, que hable ahora y no se esconda! — Grité —. Había una atmósfera muy tensa y todos se quedaron callados.

Américo:  N- Nosotros no nos dimos ningún beso. — Tartamudeó —.

Salí del salón corriendo, estaba enfadada y no estaba dispuesta entrar a clases, total era último día, no harían casi nada de clases así que me fui a la biblioteca hasta la hora de salida.

Llegando la hora de salida fui al salón, busqué mis pertenencias  y no estaban, todos me miraban raro por suerte el profesor no se encontraba ahí, todos se estaban retirando a sus casas, todos se fueron. Me quedé a solas con Américo se me acercó y me devolvió mi mochila.

Américo: Perdón, si no me hubiera acercado nada de esto hubiera pasado. — Dijo cabizbajo —.

Angélica: Ya no importa, pero no vuelvas a invadir mi espacio personal. — Regañé —.

Américo: De acuerdo. — Asintió —.

Caminamos hasta el portón de salida y nos despedimos, me fui a mi casa, me cambié de ropa y me conecté a WhatsApp. Me habló Fernando y yo estaba muy desanimada así que le dije para salir para distraerme y olvidar todo ya que cuando estoy con él se me olvida todo... Me aceptó, por primera vez nos íbamos a ver después de 3 años, estaba ansiosa, extasiada pero sobre todo nerviosa. Ya concordado vernos mañana por la mañana, aliste toda mi ropa posible y me fui a la casa de mi Padre en San Juan de Miraflores ya que Fernando vive cerca de allí, llegué en la noche, mis medios hermanos estaban jugando en el sillón, Nicole que tiene 9 años (creo) y Andy que tiene 4 años (creo) saludé a toda mi familia y me recibieron cordialmente, había una atmósfera muy amena, muy familiar... Cosa que en mi casa de Independencia no encontraba, mi abuela Mary de parte padre hizo una parrillada, sus comidas siguen siendo las comidas más deliciosas que siempre eh comido en toda mi vida. Ya estando llena, me retiré de la mesa agreciendo por la comida y me dirigí directo al dormitorio, me cambié y me eche en mi sábana, no tenía ganas de hablar con nadie por lo que pasó hoy, me dormí entrelazando mis brazos en mi peluche de un erizo azul que me había regalado Jeanpierre cuando éramos enamorados, en verdad lo extraño... Después caí en un sueño profundo esperando ansiosamente por querer que sea mañana.