Capricornus.

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Hoy Jongin y Kyungsoo asistirían a la boda de la hermana del moreno. Ambos estaban muy emocionados. Antes de salir, Kyungsoo acomodó el moño de su novio y dio un beso en sus labios, seguido de una sonrisa triste por parte del bajito.

El ambiente en el auto era abrumador.

Ninguno de los dos hablaba, eso era raro ya que siempre cantaban o platicaban demasiado hasta llegar a su destino.

Kyungsoo no quería aceptar que ya se estaba cansando de todo; de Jongin y de sus mierdas, de Luhan, de los días a solas con lágrimas que mojaban su almohada. Estaba harto. Pero aún había una chispa en su corazón que no le permitía que se alejara de Jongin. Kyungsoo siempre fue un buen novio, nunca le dio motivos a Jongin para actuar de esa forma, no cree que por lo del florero se haya puesto así.

¿Y si se estaba aburriendo de él?

¿Y si Luhan hacía cosas que Kyungsoo no podía?

Llegaron al lugar, una linda quinta con pequeñas flores blancas que adornaban un puentecito que era la entrada hacia el centro.
Todos se veían muy felices, excepto él y Jongin.

Fueron a bailar y Kyungsoo aprovechó para averiguar de una vez por todas qué estaba sucediendo con su relación.

—Jongin, mírame a los ojos. —Y así lo hizo, ahora todo estaba claro, en los ojos del moreno ya no había estrellas, sólo quedaba una muy pequeña y apenas perceptible.— ¿Aún me amas?

Y Jongin negó.

Kyungsoo apretó sus labios y bajo su rostro, el sonido se fue apagando, su vista se nublo y sólo le pidió a Jongin que lo llevara a casa.

No supo cuando ya estaba en el auto, sin importarle cuando un carro se atravesó en su camino haciendo una carambola en medio de la avenida. No podía escuchar nada, se sentía muy pesado y tan sólo cerró sus ojos para olvidarse de todo.

Se despertó en una cama, conectado a algunos aparatos y en un cuarto completamente blanco con algunos muebles de color café. Sentía dolor en todo su cuerpo, tenía un brazo enyesado y el otro sólo tenía unos cuantos vendajes.

Cuando una enferma llegó le preguntó acerca de Jongin, ella le dijo que todo estaba bien, que el saldría pronto de alta porque afortunadamente sólo tuvo unos cuantos golpes pero nada grave.

Pasaron dos días, Jongin no fue a ver si el pelinegro se encontraba bien, Kyungsoo salió del hospital solo, tomando un taxi para ir a su departamento.

Al abrir la puerta de éste, se encontró con Jongin alistando sus cosas para irse, Kyungsoo entró al cuarto en silencio después de haber tocado un par de veces el marco de la puerta.

—Jongin. —El moreno se limitó a mover su cabeza como respuesta.— ¿Estás haciendo todo esto por Luhan? —Jongin asintió.—

—Por fin te comprendí, Kyung. —Lo miró con una sonrisa apenada.— Por fin entendí lo de las estrellas, las puedo ver en sus ojos.

Y así la última estrella en los ojos de Jongin se apagó.

Kyungsoo sonrió, aguantándose las ganas de llorar.

—Me alegra que hayas encontrado el amor, Kim. —El más bajo se acercó, dejándose abrazar por su ex-novio, dando un beso en la comisura de sus labios.— Se feliz.

Eso fue lo último que le dijo Kyungsoo a Jongin, ahora lo veía partir en un taxi hacía la casa de su nuevo amor. Se sentía algo extraño estar sin Jongin, por una parte le hacía sentir triste y solo pero por la otra lo hacía sentir alegre; se alegraba de haber pasado todos esos buenos momentos con el moreno, de haber disfrutado la vista del universo que alguna vez existió en sus bellos ojos.

Decidió pintar el departamento, el blanco pasó a ser un azul pastel. Compró unas cuantas plantas que acomodó en su ventana. Y decidió comprar un pequeño perro, al cual llamó Toben.

Su vida iba bien, de vez en cuando salía con sus amigos o hablaba por teléfono con Jongin. También intentaba cocinar cosas nuevas y de vez en cuando pintaba en unos lienzos.

Pasados 2 años, recibió la invitación de la boda de Luhan y Jongin. Estaba bastante emocionado por la pareja. La fiesta se llevaría a cabo el fin de semana de la próxima semana.
Tenía que comprar un nuevo traje y hacer algo para lucir más presentable. Estaba pensando en todo, pero aún le quedaba tiempo para volver a ver a la pareja.

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