Cassiopeia.

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En su rutina diaria, Kyungsoo llevó a Toben al parque. Todo iba bien hasta que el pequeño perro comenzó a correr y se soltó de su dueño.
El pelinegro corrió por todos lados buscando a su querida mascota, sintió un gran alivio al escuchar uno de sus ladridos y se acercó para encontrarse con su perrito, pero éste no estaba solo; un precioso chico de cabello rizado estaba jugando con él. A Kyungsoo le enterneció la escena que se quedó mirándola un par de minutos más antes de ir por su mascota.

—Disculpa si ha causado molestias, se me soltó de repente. —Kyungsoo mencionó algo apenado mientras se agachaba para sujetar la correa de su pequeño perrito con firmeza para que no volviera a huir.—

—Oh, ¿es tuyo? —Preguntó el chico con una hermosa sonrisa.— Que va, es un amor.

A Kyungsoo le pareció realmente hermosa y única la apariencia del contrario, tenía unos ojos con un brillo inmenso, su sonrisa chueca que mostraba su bonita dentadura le parecía fascinante, su voz era igual de profunda que el océano y al su alrededor había un brillo singular, cuando sonreía ese brillo aumentaba un poco, era como una gran estrella.

Sirio...

Susurró Kyungsoo para si mismo, pero un fuerte estornudo lo sacó de sus pensamientos rápidamente.

—¿Estás bien? —Preguntó con algo de preocupación al notar como la nariz del desconocido se ponía un poco roja.—

—Sí, sólo es alergia. —Respondió sin quitar esa enorme sonrisa de su rostro.—

—Ya que todo esto pasó debido a mi culpa, me gustaría invitarte a tomar un café, ¿qué dices? —Propuso dejando ver su sonrisa por primera vez al contrario.—

—Me parece bien.

Quedaron de quedarse de verse en el café favorito de Kyungsoo que estaba cerca de su edificio, intercambiaron números de teléfono, se despidieron ambos con una sonrisa, y a pesar del frío invierno, sus corazones se sentían más cálidos que nunca.

Al anochecer, Kyungsoo dibujó al chico del parque en la libreta en la que solía dibujar constelaciones para Jongin.

Kyungsoo ya no necesitaba constelaciones, él ya había encontrado a su gran estrella brillante.

Se había enamorado a primera vista.

Kyungsoo ya esperaba en el café, fue un poco temprano para poder ocupar su mesa de siempre que se encontraba a lado de la ventana. Divisó al chico de antes entrando por la puerta con algunos copos de nieve que apenas se iban derritiendo. Le pareció tierno cuando vio al chico volteando por todos lados mientras lo buscaba, alzó una de sus manos para indicarle que ahí se encontraba y fue a sentarse junto a él.

—El día del parque se me olvido presentarme; soy Chanyeol, un gusto. —Quitó uno de sus guantes y acercó su mano para que que el contrario la estrechara.—

—M-Me llamo Kyungsoo, el gusto es mío. —Sonrió y estrechó su mano con la del contrario por unos segundos.— ¿Quieres pedir algo?

—No, estoy bien. —Negó amablemente.— No soy fan del café.

—De haberlo sabido te hubiéramos ido a otro-

Chanyeol lo interrumpió.

—Está bien, no te preocupes. —Rió ante la reacción de Kyungsoo.— Quería conocerte.

Y el pequeño corazón de Kyungsoo comenzó a revolotear salvajemente otra vez.

Hablaron de distintas cosas, ahora sabía que Chanyeol tocaba la guitarra y el piano, que le gustaba el indie, que era fan de la poesía romántica, y que era especialista en problemas de lenguaje.

—¿Y tú, Kyungsoo? ¿Qué haces, qué te gusta?

—Uh, yo soy diseñador de interiores. —Mencionó.— Me gusta la astronomía y el arte minimalista. También soy fan de las películas viejas e igual me gusta el indie.

Siguieron hablando toda la tarde, intercambiaron anécdotas, opiniones, risas y algunos de sus más profundos pensamientos. Quedando maravillados el uno con el otro.

Siguieron los días y tan sólo faltaba un día para que fuera la boda de Jongin. Ahí estaba Kyungsoo acostado en su sofá, ya llevaba ahí varios minutos viendo en su teléfono el número de Chanyeol, debatiéndose a si mismo sobre si invitarlo o ir solo. 

Por supuesto que no quería ir sólo, pero el hecho de estar ahí sin conocer a nadie más que a los novios lo haría sentirse patético y más siendo el antiguo ex-novio. Decidió llamarlo e invitarlo, qué mas daba, sabía que después se arrepentiría si no lo invitaba.

—¿C-Chanyeol?

—¿Si, Kyungsoo? —Se escuchó del otro lado de la línea.—

—¿Estás libre este fin de semana? Si no lo estás está bien, y-yo sólo quería invitart-

—Sí, estoy libre, Kyung.

Como le encantaba interrumpir a Kyungsoo.

—Bien, es una boda así que tendrás q-que ir elegante; de traje y moño.

—Ya veo, el sólo hecho de imaginarte con smoking me hace sonreír muchísimo.

Kyungsoo se sonrojó y sintió una amplia sonrisa formarse en su rostro.

—Tonto. 

—Bonito.

—No, nada. —Rió bajito.— Oye, también quería pedirte que si podíamos ir en tu auto.

—Está bien, nos vemos mañana.

—Si, si.

La llamada termino y se tiró en el enorme sofá mientras abrazaba uno de los cojines de éste, sonriendo y dejando salir risas como si fuera una colegiala enamorada.

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2017 ⏰

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