Capítulo 20

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Me levanté a las 10 de la mañana y bajé a la cocina, donde había una nota en la que ponía "princesa fui al trabajo, te dejo el desayuno en la mesa"

Desayuné y subí al baño para ducharme y cuando ya me estaba aclarando el pelo, picaron a la puerta.

Tras ponerme una toalla a mi alrededor, abrí la puerta y vi a Izan delante mío.

-Bueno...-dijo él-Fue corto el trabajo, pero oye, conseguí 40 euros. ¿Qué haces desnuda?

-Me estaba duchando-contesté

-¿Puedo ducharme contigo?

-sigue soñando.

-Buuuuu-abucheó él

Yo volví al baño, pero al quitarme la toalla, Izan entró haciendo que yo me agachara por acto reflejo.

-Perdona, venía a guardar las toallas.

-¿Y no puedes esperar?

-Pensé que ya estabas dentro de la bañera-se acercó a mi y me levanto haciendo que soltase un gritito.

-¿En serio confías tan poco en mi a pesar de salir conmigo?-preguntó él alzando una ceja-Ni que te fuera a violar...-Pensé lo que dijo y me puse recta. Mi cara estaba roja como un tomate.-No entiendo por qué te avergüenza tanto cuando eres preciosa.

-Quizás porque e optado por salir contigo cuando apenas te conozco-dije arrepintiéndome al momento.

¿Y por eso no confías?-dijo con cara seria-¿Por precipitarte? Dime una cosa, ¿Tú me quieres o sólo sales conmigo para darle celos a Rafael?

-Yo...no lo se...-¡Odio mi bocaza!-Quiero decir...Te amo, pero todavía no se mucho de ti y...

-Resumiendo, solo te aprovechas

-No...yo...-Izan se fue y me quedé quieta en el baño-Lo siento...

Acabé de ducharme pensando en lo sucedido y fui a la habitación de Izan para disculparme por mi enorme bocaza y por lo ocurrido en el baño, pero la puerta estaba cerrada y al levantar la mano para picar, escuché que hablaba con alguien, por lo que pegué la oreja en la puerta y escuché lo que decía.

-Ya sabes que es para sacarle información(...)no, no le vi ninguna marca rara a parte de la de su clan(...)por favor, no le hagas nada. Tú sabes que eres la única para mí, así que sería una pérdida de tiempo(...)si, yo también te amo, princesa.-Izan dejó de hablar y unos pasos se oían cada vez más cerca. Izan iba a salir de su cuarto, así que salí corriendo a mi habitación y cerré con pestillo para que nadie entrase. Escuché a Izan en la entrada de mi habitación y, tras intentar abrir la puerta (Que le fue imposible) picó.

-Sara, está aquí Katy-dijo ese indeseable

Yo salí con los ojos llorosos y al verle en frente mío le asenté un buen puñetazo delante de mi amiga. Él retrocedió y se frotó la mejilla.

-¡Eres un grandísimo cabronazo, un falso y la peor persona que he conocido en toda mi indeseable vida!-vociferé furiosa. Luego me encerré de nuevo en la habitación dejándolos afuera y me puse a llorar.

-¡Sara!¡Abre la puerta!-gritó Katy-¿Se puede saber qué te ha pasado?

-¡Es un gilipollas!-grité llorando.

Pensé que ya no me podía ir peor, así que cogí la cuchilla de un tajalápiz y me remangué. Ya había tenido problemas con lo de cortarme, por lo que esto tampoco era nada nuevo. Era algo...pasado. Pero un corte en vertical y bien profundo acabaría con todo lo que estoy pasando y me pasé un pequeño rato mirando la fina cuchilla posada en mi piel mientras lloraba.

Rasgué la piel y la sangre brotaba por la herida recorriendo mi brazo y llegando al suelo junto con lágrimas que salían de mis ojos. En un momento ya había cicatrizado gran parte de la herida, por lo que no me serviría de mucho si no me hacía varios cortes en pocos segundos. Lo malo fue sentarme con la espalda en la puerta, ya que la sangre corrió por detrás de esta quedando a la vista de los que estaban fuera.

Me sobresalté por los golpes desesperados que le daban a la puerta. Esta vez estaba toda la manada detrás y yo me quedé en silencio, viendo como me cicatrizaban las heridas.

-Sara, se que estás consciente, la regeneración te delata-dijo Rafa. Ese chico me conocía bien, pero no pensaba decir nada, ¿Para qué?-Sara por favor...déjame entrar y explícame que te ha pasado.

Después de una hora suplicando, se fue rendido y yo me tumbé en la cama para dormir un rato.

Al despertarme, eran las 5:00 de la mañana y tenía hambre ya que me había saltado todas las comidas a la torera.

Salí sigilosamente de la habitación y me dirigí a por comida a la cocina, donde estaba Rafa durmiendo. Con mucho cuidado, saqué un trocito de tarta de la nevera y salí de la cocina. Rafa no se había enterado, pero pasó algo peor: Izan bajó las escaleras pillándome de lleno, por lo que le hice la 13-14 y entré en mi habitación sin decir nada.

Clan del bosque [Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora