Capítulo 22

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Narra Sara

Izan se había reído de mi durante bastante tiempo y eso no lo podía permitir.

Subí al avión con Rocky guardado en mi bolso y me senté en mi asiento. Al coger el móvil vi unos 200 mensajes de Izan que sinceramente no merecía la pena leer. Luego Rafa me mandó un "No hagas una locura" y Katy un "Por favor no te vallas" que me sacó una sonrisa. Decidí bajarme y volver a casa, pero al levantarme, el avión empezó a despegar y no pude dar marcha atrás.

Como ya no podía hacer nada ya y me aburría, me puse con el ordenador y el internet de mi móvil, pero me acordé de que no podía usar el internet en el avión e inmediatamente quité los datos para ponerlo en modo avión.

Me aburría, así que puse la radio para entretenerme. Me acomodé en el asiento y después de un rato, cuando me quedaba dormida, las alarmas del avión, o como quiera que se llame eso que te avisa de que algo va mal, empezaron a sonar.

El avión empezó a caer y al mirar por la ventana vi humo que salía de una de las alas del avión, lo que me asustó e hizo que la gente chillara. Caíamos en picado directos al mar y yo me agarraba al asiento asustada.

Cuando el avión cayó y salió a flote en el mar, yo cogí mi bolso donde estaba Rocky y nadé lo más rápido que pude asustada. Luego de estar un rato nadando, el avión explotó y el agua de alrededor se oscureció.

Me alejé todo lo que pude de la zona y divisé un terreno a lo lejos, pero estaba ya muy cansada, me dolían los brazos y tenía calambres cada poco. Rocky salió de la bolsa y se puso a llorar y a tiritar, por lo que no me quedó de otra que resistir y nadar hacia esa isla. Cuando por fin llegué a la arena, me tiré en ella y me dormí del cansancio.

Me desperté en una cabaña y Rocky dormía a mi lado. Tras levantarme, exploré ese extraño lugar, encontrándome con un chico moreno de piel, pelo marrón corto, ojos verdes y con un diente de tiburón colgado en el cuello.

-¿Ya despertaste?-dijo alegre-Por un momento pensé que te morirías.

-¿Dónde estoy?-pregunté-¿Esto es Canadá?

-Siento decepcionarte, pero no-contestó-estamos en el centro del Océano Pacífico

-Oh dios...-dije nerviosa-¿Qué haré ahora?

-Si te sirve de consuelo, hay una cabaña abandonada montaña arriba. Está en muy buenas condiciones y nadie de aquí la usa. Si la quieres, es toda tuya-Yo asentí y me dirigí a la puerta con Rocky en brazos mientras el chico me abría la puerta.

-Gracias por todo-dije

-Soy Leandro-se presentó

-Yo Sara

Tras salir de la casa, vi una pequeña villa a mi alrededor, así que fui a investigar antes de entrar en lo que sería mi nueva casa. Al entrar en una cabaña muy grande, vi una tienda de animales de granja y artilugios para los nombrados. Detrás del mostrador había una señora con una cálida sonrisa.

-Hola cielo-dijo con ternura-Soy Mirabelle, ¿Eres nueva por aquí?

-Si...¿Tiene pienso para perro?-pregunté

-Claro que si, amor-contestó-Son 20$ la bolsa extra grande y 10$ la bolsa normal.

Cuando bajé la mirada a mi bolso, recordé que no llevaba dinero y puse mala cara.

-Lo siento...no puedo pagarlo...-dije bajando la cabeza-Pero mi perro necesita la comida...

-No te preocupes corazón-dijo ella feliz-Esta será una muestra gratis por ser nueva, pero te aconsejo que empieces a plantar cosas para luego vender los frutos. También puedes recolectar algas y dárselas a Thiago para que las venda y te de el dinero.

-Gracias, me será muy útil esa información-salí de la tienda después de agradecerle por el pienso y decidí recoger las flores que había de camino a mi casa para luego hacer adornos florales. Puede que eso también se pudiese vender.

Al llegar, me quedé alucinada por toda la finca que tenía delante de mis narices. Abrí la cabaña y dejé mi bolso dentro para salir al campo, pero al darme la vuelta me topé con un chico de ojos verdes y pelo negro. Igual que Izan, pero más moreno de piel

Clan del bosque [Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora