Narra Rafa
Sara ya no contestaba a lo que le decía por Skype, pero no tenia de que preocuparme ya que estaba conectada a Facebook. Seguramente se cansó de escribir y ahora está haciendo alguna tontería por casa.
Eran las 6 de la tarde, aún quedaban otras 6 horas para reunirse con la tropa, así que salí a dar una vuelta, no soporto estar quieto, en silencio y sin hacer nada.
Al llegar a un parque me senté en un banco y una chica rubia se acercó a mi.
-Hola-dijo ella. Yo la miré y luego saqué mi móvil para pasar de ella. La chica miró la pantalla de mi móvil y sonrió-¿Te gustan los lobos?
La miré sin ganas-¿No es obvio? Soy uno de ellos-me acomodé en el banco y suspiré. Quería soltárselo, que me tomase por loco y que se fuera, pero no quería romper MI silencio.
La chica se sentó a mi lado y lo vi, tenía la marca en el brazo, una "t" al estilo japonés. Yo me enfadé. Me enfadé mucho. La rabia y las ganas de matarla me superaban. Emití un leve gruñido y los ojos se me pusieron amarillos.
-¿De dónde sale esa marca?-dije intentando tranquilizarme. Ella se miró el brazo triste.
-Conocí a un grupo de amigos...todos lo tenían y se llevaban muy bien...Yo no quería ser de menos y me lo tatué...-dijo ella a punto de llorar-Llámame loca, pero por un momento me sentí de verdad de la familia...
-¿Como que por un momento?-pregunté.
-Si, me dijeron que otro grupo estaba buscando esta marca y que solo les causaría problemas...Me dijeron que no sabía en lo que me había metido y que era mejor quitarse la marca como fuese si de verdad quería vivir...
-Es cierto que los están buscando, todo lo que dijeron es verdad, actúas sin saber la historia, lo que hace que corras peligro...
-¿Cómo sabes que lo que me dicen es verdad?
Yo le enseñé la marca que representaba a mi clan y ella torció la cabeza.
-¿Qué pasa con eso?-dijo extrañada.
-Soy del grupo que los busca.
-Pero...la marca del grupo no es esa-dudó-es un círculo con una cruz.
-¿Qué?¿Hay otro más?
-Ah, no se, yo tengo que irme-se levantó del banco y la cogí de la muñeca mirándola seriamente a sus ojos azules.
-Por favor, si valoras tu vida tápate la marca-le dije serio. Ella sonrió.
-Me llamo Rosa, encantada de conocerte Rafael...
La chica se fue y yo me quedé alucinado por que no le había dicho mi nombre en ningún momento. Luego miré la hora, las 7:30, una hora y media hablando con Rosa.
Volví a casa y al no tener nada que hacer cogí dinero y me fui a por material para un trabajo de plástica. Cogí pegamento, cartón celo y también unas perlitas para Sara para que hiciese pulseras.
Sara admira hacer pulseras para luego venderlas y ganar dinero extra mientras que yo adoro ver como las hace.
Cuando iba a pagar vi a dos chicas algo alocadas discutiendo sobre que calculadora coger. Cada poco se llamaban Nía y Melody, lo que me sonaba a nombre extranjero y como no tenía nada que hacer las ayudé.