-Échage-dijo Katy-Sara, busca un alfiler-Empecé a buscar y en el escritorio encontré una aguja de coser. Se la di a Katy y ella la acerco a su amiga hasta que paró en seco.-Bueno Sara, haz lo tú que yo a lo mejor le pillo algo.
Me reí y ocupé su puesto cogiendo la aguja.
-No. Te. Muevas...-susurré seria. La amiga se desmayó y Katy empezó a reírse tirada en el suelo.
-¡Jajajaja!¡Toma anestesia!¡Y gratis jajajaja!-exclamó Katy riendo a mas no poder.
Metí la aguja en el frenillo de la chica y me reí.
-Rápido-dije aguantando la risa-Dame el peercing.
-¡Voy!-se descojonó ella-¡No lo encuentro!
-Mira a ver donde los pendientes.
-Aquí hay dos pendientes de aro.
-Tráelos-me reí
Katy me dio uno de los pendientes y se lo puse en la boca. Cuando la chica despertó, nosotras estábamos tiradas en el suelo de la habitación meándonos de la risa.
- Esto pesa...-dijo ella-¿Qué me habéis puesto?
-¡Mírate en el espejo! Jajajaja-nos reímos
La chica se miró en el espejo y vio que uno de los pendientes colgaba de su boca, lo que hizo que se desmayase otra vez. Y por lo tanto Katy y yo nos reímos más todavía. El alivio fue que la madre no subió al cuarto en ningún momento.
Cuando la chica se despertó de nuevo se quitó el aro con cuidado y sacó una cajita con un peercing plateado. Cuando marchamos nos reímos a más no poder y nos fuimos a dar una vuelta.-Bua fue buenísimo lo del pendiente-se rió Katy
-Si...no me lo pasé tan bien desde que Rafael se cayó al pozo-contesté
-Puajajaja eso fue buenísimo también
Llegamos al Starbucks y pedimos un frapuccino de fresa cada una.
-¿Y bien?-preguntó
-¿Y bien qué?
-¿Qué opinas de Night?
-Que es un gilipollas...
-¡Ala! Pues a mi me parece muy guapo
-¿Bromeas? Es un egocéntrico. Te lo regalo
-Pues el parece estar enamorado de ti
-Está con la Omega del hielo
-¿¡Qué!? Pero si estaba por ti
-Ya claro...
-¿Y quien era el que estaba en tu casa?
-¿Quién?
-Vamos, no te hagas la tonta, se que había alguien más, se oían respiraciones que obviamente no eran tuyas.
-Yo...-dije nerviosa-Se llama Izan y lleva desde el viernes en mi casa ya que...se le olvidaron las llaves en clase y no puede entrar en su casa...
-¿Es de los nuestros?
-Si...
-Es Night-sentenció
-¿Qué? Pero si no lo conoces...
-Ya, pero en los libros siempre pasan este tipo de cosas. Un día haces un enemigo y más tarde te encuentras a otro algo similar, luego resultan ser la misma persona.
-Katy...esto no es un libro...
-Bueno, a lo mejor no tiene que ser un libro para que una buena historia de lugar, ¿No crees?
-Estás delirando...
-¡Que no!¡Que conozco a muchas personas a las que les ha pasado! No eran lobos pero...bueno les paso algo parecido lo juro.
-No me puedes negar que estás loca.
-Ya...no cuela ¿Verdad?
-Nope
-Pero ya veras que tengo razón...Para empezar voy contigo a casa para preguntarle sobre Night.
-¿Qué?¿Estás loca?¿Te ha dado un apagón cerebral, estás drogada o algo?
-Que noooo, que lo de las drogas lo deje cuando me enseñaste la serie esa de Garbancito ¿Recuerdas?
-Que no, que paso de que le preguntes sobre ese gilipollas.
-Venga, que se que tienes curiosidad.
-Para nada-me crucé de brazos.
-Ya se lo que te pasa...-entrecerró los ojos-Tienes miedo de que el chico que te gusta sea en realidad el lobo que odias.
-Mentira-suspiré
-¡Te pillé!¡Suspiraste!¡Tienes miedo, gallina!
-No tengo miedo, si quieres le puedes preguntar sobre Night, pero hoy no, otro día. Si llega a ser él y me entero hoy creo que me arrestan por asesinato...
-Okay...¿Mañana en el instituto?
-Hecho-respondí decidida
-Bueno, pues nos vemos mañana en clase
-Está bien, nos vemos.
-Al salir del Starbucks cada una se fue por un camino y nada más llegar a casa me tiré en el sofá.
-¿Cansada?-preguntó Izan a mi lado.
-Mucho...-contesté suspirando
-Será mejor que descanses-sonrió-Ya te avisaré mañana cuando sea la hora de marchar.
-Si...