Por Harry
-Hey- dijo y me agarro fuertemente del brazo antes de que callera al suelo. No tenía sensibilidad en ninguna parte de mi cuerpo.Todo estaba adormecido, yo estaba adormecido.
Él intentaba caminar y controlar mi pesado cuerpo a la vez y eso le frustraba, demasiado. Sabía que yo era un problema para él, esto que estaba haciendo era un sucio problema, aún así continuaba. No sabía a dónde me conducía e intentaba a toda costa resistirme a su agarre, pero era imposible. Él tenía más fuerza que yo.
-Si no me ayudas, atenta a las consecuencias- me advirtió. Estaba molesto, cansado y asustado por lo que estaba haciendo. El secuestro se penaba con bastantes años de cárcel o quizás la pena de muerte.Seguía con esto pesa a todo.
Tenía dos opciones : o ayudaba a que me condugiese a un lugar donde poder torturarme sexualmente , que seguro que lo hacía o me mataba allí mismo en un oscuro bosque con un suelo húmedo. Me quedaba con morir en mitad de este donde ya se divisaba entre los árboles la luna a lo alto del cielo. Me caí en el frío y húmedo suelo y comence a llorar. Quería volver a casa y sentarme junto a mi abuela en aquel sillon al lado de esa vieja chimenea. Quería salir a la luz del sol y jugar al besibol con mi padre, quería estar bien.
-¡Maldita seas!- grito enfurecido y me agarro del cabello con semejante agresividad que pensé que me arrancaría el cuello cabelludo si seguía así. Grité por el dolor mientras él me agarraba y me levantaba. Sus ojos chispeaban fuego, estaba enfurecido.
-Por favor...por..por..favor- balbucee , estaba adolorido y estaba más que seguro que por más que suplicase , él no iba a compadeserse de mi.
-¡Cállate y camina!- No quería recibir más golpes y camine por entre las ramas húmedas del suelo y las rocas mohosas. Que más daba, sabía lo que me eperaba, sería un muñeco atado de pies a cabeza y no tenía remedío.
Seguímos caminando con torpeza, ya que el suelo resbalaba y así durante bastante tiempo.¿En dónde estabamos?¿Quién era este tio?.
-¿A dónde vamos?- pregunté y me esperaba un gruñido de león , pero se limito a responder secamente.
- A mi casa- dijo
-¿Quién eres?- volví a preguntar con la esperanza de que me respondiera de nuevo. Sentí un leve dolor en mi rostro y abrí los ojos y me encontraba de nuevo tirado en el suelo como un sucio residuo, que era en lo que me iba a convertir ahora. Me había pegado un puñetazo y estaba sangrando. El desconocido se llevó las manos a la cabeza y miro al cielo con desesperación.
-Si te mantuvieras callado no tendría que pegarte, muñeco. No quiero hacerte daño, pero sigue provocandome y acabare contigo- su voz era sincera, aquel tono autoritario y severo era demoledor. Me daba miedo, si , yo le temía a este desconocido, y no por lo que estaba haciendo sino porque me hacía sentir terror y odío y a la vez curiosidad.Lo odiaba y él sabía que tarde o temprano todo iba a desaparecer, pero quizás ya no estuviera yo para ver como lo encáercelaban.
Así pasaron minutos, caminando por aquel frío y oscuro bosque, escuchando los sonidos de una desagradable naturaleza. Al final del camino rocoso se distingue una casa , más bien, una finca mediana con un granero a un lado. La casa era grande y parecia acogedora, aún así eso me asustaba más.
Pisamos el portal y nos adentramos a ella. Todo era distinto , el suelo estaba sucio y las paredes también , parecía un sucio cuchitril, solo el salon parecía presente donde me sorprendío que se encontrara una chimenea parecida a la de mi abuela. Él me lanzo al sofa, el único que había , y caí con una fuerza sobrenatural golpeandome con el filo de este y notando mi cabeza hincharse.
El desconocido desaparecio del salón lo que me dio oportunidad de recobrar la conciencia e intentar levantarme para correr hasta la puerta , pero mis piernas me fallarón y solo volví a caer al suelo. Escuche risas en otra habitación cercana. Estaba en la cocina y me miraba con una sonrisa maliciosa.
-La puerta esta cerrada con llaves, las ventanas tienen barrotes, de aquí no saldras .- se acaercó con picardía , pero no llego hasta mi sino que se paro en seco y me miro de arriba a bajo. Me levante con dificultad y volví al sofa porque me estaba mareando. No podía conmigo mismo.
-Ahora , quitate la ropa , desnudate- me ordeno sin mostrar nada , ninguna expresión en su cara. Se dio media vuelta y se marcho hacía las escaleras que llevarían a la segunda planta.
-¡No!...Socoroo!- grite , no quería ser un objeto sexual.
Él se abalanzo sobre mi y me tapo la boca.
-Quieres cerrar el pico, eres insufrible. Ya me estas tocando los huevos y acabamos de conocernos.Si no te la quitas tu solito, lo hare yo por tí.- Paso mis manos unidas y desesperadas por librarse del agarre hasta mi cabeza y me dejo libre la boca al ver que no chillaría más , pero lo hice, chille como un histerico.
Me abrío las piernas y me quito los pantalones, se poso encima de mi para que no pudiera escapar y mantuvo mis manos por encima de mi cabeza.
-No , no ,no ...- seguí suplicando.
-Eres tan exquisito que duele verte. Pareces un ángel- susurro en mi oído y todo mi cuerpo vibro. Dios , por favor que se quitase, no quería esto, me iba a violar.
Note el frío en mi parte intima desnuda. Él me miraba como si fuera una fruta jugosa y quisiera devorarme.
-Necesitaba esto.- sentí una punzada en la entrada de mi agujero. Había metido uno y había dolidó. No estaba excitado, ni mucho menos , me había dolido.
Volvió a repetir la accion y me limite a llorar ya que mis suplicas y gritos le daban igual. La penetración fue insufrible, debastador. Grite de dolor y él solo gruño por el placer. ¡Maldito hijo de puta!
-No , no- suplique agotado mientras el me embestía con una veocidad moderada. Seguía doliendo, estaba abusando de mi.
-Deja de llorar- susurro - Disfruta.
No lo hice , pero sentí ganas de dejarme llevar y sentí un pequeño placer , pero lo borre , esto no era lo que yo quería.
-Te odio- dije y en ese mismo momento el liquido salió de mi entrada con un mar, se había corrido dentro de mi.
-Eres mio y esa es una marca de lo evidente.- me dio un beso en la mejilla empapada de agua salada y se subio los pantalones que solo se los había bajado hasta las rodillas para mostrar su miembro duro.
Me dejó tirado en el sofa , pero cuando pensé que se marcharía me esposo a una mesa que estaba pegada al suelo. Me cubrío con unas mantas y apago las luces.
Nunca pense que esto me pudiese pasar a mí , pero lo estaba haciendo y estaba ahora mismo destruido , humillado.