Parte 1

972 111 25
                                    



La verdad es que no sé muy bien como comenzar este mail, pues...

Mucho gusto Viktor, quien te escribe esto es Phichit Chulanot y espero que no te moleste que te haya enviado esto tan repentinamente, pero la verdad es que no hallaba otra manera de decirte lo que tanto me urge; Ahora mismo estoy en Japón y no tenía una manera más rápida y efectiva para evitar los rodeos.

No quiero sonar muy agresivo, pero iré al grano, quiero hablar de Yuuri. 

Sí, tu pareja y mi mejor amigo, sé muy bien que nos conocemos hace 7 años y tú eres con quien está comprometido con él, además de que eres quien ha conseguí ó en él esa fortaleza que nunca antes había tenido. Aun así, sin más vueltas, durante todo el tiempo que ha pasado pude darme cuenta de lo importante que es para mí, algo extraño si, por como terminé apegándome a él de esta manera y todo eso, pero creo que es necesario contarte el cómo y después responderte el por qué.

Yuuri siempre fue callado y muy inseguro de sí, además de que se dejaba llevar con mucha facilidad por las acciones de personas como yo que, debido a mi indudable impulsividad, decidía de pronto repentinas visitas a la pista de hielo aún siendo en medio del invierno a las 7 AM, por supuesto él no me decía nada y aceptaba con una sonrisa en ocasiones forzada. 

A veces me pregunto que era yo para él en ese entonces, al ser tan reservado nunca me pude dar una idea muy clara de lo opinaba de mí a pesar de que pasábamos bastante tiempo juntos (aunque siempre era yo quien se acercaba), al menos me hago la idea de que al principio se sentía un poco intimidado por la impresión que dí al presentarme con una selfie, creo que no tengo arreglo..., aún así, él se acostumbró a mí con el tiempo, al paso de 2 meses me permitía sacarle fotos y ya éramos conocidos como un dúo inseparable.

Mi cariño por Yuuri creció de a poco, no lo entendía y quizás eso me empujaba a conocer más de él. Al pasar más tiempo, y aunque nunca tocásemos temas profundos, sentía que podía confiar completamente en él, a pesar de que me sentía algo angustiado cuando me percataba que solo yo hablaba y le acababa pidiendo perdón desesperadamente. Lo conoces bien, todas esas veces que era consciente de que no le había permitido decir nada, me contestaba que no le importaba y parecía que seguiría hablando, pero pronto se callaba a sí mismo. Tardé un poco en saber que quería decirme en esos momentos.

Soy honesto, ver a alguien, que siempre sonreía tímidamente y era cortés hasta incluso encantador, llorar, era como si el mundo se derrumbara por cada sollozo y todo lo que una vez creí era mentira, no exagero, algo así fue lo que sentí cuando lo encontré llorando en un cubículo de los baños cuando unos tipos empezaron a burlarse de él por fallar todos los saltos que intentó aquella tarde, si bien parecía algo firme cuando los ignoró y se fue a cambiar, había sobreestimado lo mucho que decía conocerlo, Yuuri no es alguien débil, puede ser alguien muy fuerte cuando la situación lo sobrepasa y yo fallé en darme cuenta de esto, creí por un instante que buscaría consuelo o algunas palabras de mi parte; Al final fue una de las tantas veces que me di cuenta de cuanto había por descubrir de él.

-Pichit, por favor vete, no te quiero molestar con mis niñerías.

¿Niñerías?

¿Qué piensas cuando alguien a quien no defendiste, se termina echando la culpa de esa forma?

Yo en mi caso, solo atiné a abrazarlo con lentitud, sentí su cuerpo tensarse por la -quizás- poca confianza, aunque lentamente se acostumbró a mi intento de consuelo, tenía miedo de que me rechazara, pero finalmente me dejó acercarlo a mí y lloró en mi hombro y la verdad es que no supe que más decir aquella tarde.

Nos volvimos más cercanos y ahora sonreía bastante más sincero, además de que ya nada era forzado,de hecho había empezado a bromear un poco conmigo, cosa que antes nunca hacía, por lo que sentía mi pecho inflarse de orgullo cuando caía en cuenta que era mucho más cercano a Katsuki Yuuri, pero como era tan reservado, el deseo de conocerle aún más persistía con vehemencia, como desear ver cada una de sus facetas y creo que tú también pensaste lo mismo cuando se abrió un poco a ti. Supongo que de por sí él es una persona atrayente.

Me confió su admiración por ti en el momento en que le invité a mi departamento, sus ojos brillaban y realmente parecía sacar a flote su verdadera personalidad con una rapidez sorprendente, no mentiré, te tuve celos aunque nunca te había hablado. Era extraño.
P 0ñ
Fue quizás en este momento en que solté lo de compartir la renta, no tenía una clara razón en el momento, es más, mientras Yuuri me preguntaba porque, logré hacer con una excusa creíble por lo menos para él y no es que me gustase aprovecharme de su inocencia, pero debo admitir (y quizás tú también) que es bastante útil cuando intentas excusar acciones que simplemente se realizan por impulso o algo así. 

Aceptó luego de las dos semanas que le di para que lo pensara, casi exploté de alegría por una mera razón como esa, pero no fue una gran diferencia sin contar que ahora podía verlo con sus cabellos mojados después de la ducha, él se daba la molestia de despertar minutos antes que yo y también se dormía minutos después, seguramente esto fuera para que no le viera indefenso, a pesar de tener habitaciones diferentes y esto no lo noté hasta mucho después.

Vivir juntos fue para mejor, y aunque suene mal decir que le obligué abrirse a mí, esa es la verdad, Yuuri de vez en cuando compartía sus inseguridades y yo decidí contarle mis sueños a cambio, era una relación recíproca, no le obligaba a dormir conmigo ni tampoco hacia acercamientos muy bruscos, pero de igual manera intentaba que me contara lo que pensaba y así sentir que podía saber más de él, para satisfacer mi curiosidad que no tardó en volverse en un aprecio inigualable. Aprendí que amaba el katsudon, que cuando patinaba sacaba su verdadero yo, que cuando no pensaba en nada todo le salía bien, que tenía miedo de arruinar todo 'siempre' y que no se apreciaba a sí mismo. Esto último no me lo dijo, lo descubrí por sus propias acciones y expresiones; el cómo bajaba la mirada o rechazaba mis halagos contestándome que no era la gran cosa, como siempre despreciaba sus propios logros... De hecho me atrevo a decir que antes tenía una autoestima mucho más baja que cuando le conociste.

Con el tiempo me di cuenta que Yuuri no era solamente alguien tímido y gentil, guardaba mucho dentro de sí, si solo hablabas con él un poco, pensarías que el egoísmo, odio, codicia e incluso la 'lujuria' eran emociones ajenas a su persona, por ello no esperaba que me dedicara una mirada cargada de odio cuando me propuse llamarle 'cerdito' y aunque aceptó, los pocos segundos que frunció el ceño, su mueca de total de disgusto fueron...

Supongo que a ti también te sorprendió, ¿No es así?

Vivimos bien y en armonía, soportó mis mascotas sin ningún problema y nos volvimos extremadamente cercanos, logré comprenderlo en gran parte, se apoyaba en mi cuando deseaba llorar y gritaba con júbilo cuando algo salía bien sin tapujo alguno cuando estaba conmigo además de que ahora bromeaba sin mucho pudor. Todo lo anterior lo conseguí con mucha lentitud, pero supongo que realmente la paciencia rinde sus frutos, parecía ser una felicidad preciosa y de la misma manera frágil, pero ninguno de los dos permitía que se rompiera, era sencillamente maravilloso, se había abierto un poco a los demás y disfrutaba de ello.

Supongo que conoces la historia de cuando uno de nuestros compañeros tuvo un accidente y de la muchacha que había empezado a coquetear con Yuuri aunque este nunca la tomó mucho en cuenta, creo que eran amigos incluso hasta el punto en que la muchacha compuso algo para él, pero al momento de que el incidente ocurrió y ella intentó abrazarle fue algo... A lo que quiero llegar, es que me sorprende el cómo lograste engatusarlo para que te permitiera acercarte cuando a muchos les tardó tanto, supongo que te admiro por eso ya que a mi me costó más tiempo.

El momento de separarnos no fue triste ni nada similar, sonreímos y reímos por las leves burlas que nos hacíamos a la vez que prometíamos contactarnos, sabía de alguna manera que seguiríamos con el mismo nivel de cercanía una vez que nos reencontráramos y con ello le dejé ir.

Todo fue bastante tranquilo hasta que ganaste el quinto Grand Prix Final.



El mundo necesita más Pichit x Yuuri.

Edit: He cambiado la cantidad de años del principio para que no haya discrepancias con la ultima parte, eso XD

Para Viktor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora