Chris y yo terminamos de almorzar. Obviamente a mi madre no le importó que se quedara, ya que se había quedado muchas mas veces aunque normalmente estaba William. Chris y yo nos dirigimos a la habitación para llamar a William.
Le llamamos y dejamos que sonará todo el rato pero no contestaba, que raro siempre lo cogía rápido. Así que le volvimos a llamar, tardo pero al final descolgó su móvil. Lo pusimos en altavoz para hablar los dos a la vez con él.
—Hola! Estoy aquí con Chris y queríamos llamarte para que nos contarás qué tal. —lo dije efusivamente, realmente tenía ganas de escucharlo y que me contase qué era lo que había pasado—.
—Si tío, esta mañana me has dejado con cara de tonto cuando te has ido sin explicar nada. —añadió Chris—.
—Hey chicos, no os preocupéis. —tenía la voz calmada aunque yo notaba que la ponía así queriendo para no preocuparnos—. De nuevo problemas con mi hermano, ya sabéis. Quizás se tiene que quedar un tiempo en mi casa, aun lo estamos hablando. Por ahora me tengo que quedar aquí toda esta semana, no quiero dejar a mi madre sola a pesar de todo. —se le oyó resoplar—.
William no le tenía un especial cariño a su madre, pero aún así, seguía siendo su madre, así que tendría que ayudarla en lo que le fuera posible.
—Oh, te voy a echar mucho de menos toda la semana. —dije con un tono de tristeza—.
—Y yo Agnes. —sonó muy profundo y serio, parecía que lo decía como si no nos fuésemos a ver en la vida—. Pero tendrás a Chris. Cuídala en estos días eh! —le advirtió a Chris—.
—Claro que si hermano, no la dejaré ni un segundo. Seré su nuevo stalker. —empezó a reírse—.
—Eh tampoco te pases. —se rió también—.
Aunque estuviese serio, cabreado, triste, o cualquier sentimiento negativo que se os pueda ocurrir, si había una persona que pudiese arreglar eso en William, ese era Chris. Siempre sabía sacar una carcajada aunque fuese el momento mas inoportuno.
—Bueno chicos, me tengo que ir ya. Estamos en contacto. Te quiero As. —William era el único que me llamaba así, sabía que mi nombre nunca me había gustado así que lo acortaba. Aunque Chris también me lo decía a veces, pero era para hacer algún chiste sobre nosotros.
—Yo también. —se lo dije con toda la ternura y toda la nostalgia que podría haber acumulado por mucho tiempo—.
—Hey ¿y yo qué? ¿A mi no me quieres? —lo dijo de nuevo con tono de broma—.
—Adiós Chris. —se rió y colgó—.Aquella llamada con William me había dejado un poco fría, aunque intentaba hablar con nosotros con normalidad yo le notaba un poco inquieto y distante. Seguramente Chris también se habría dado cuenta de esto pero no me diría nada, él le tiene alergia a los temas "serios".
Chris y yo nos tumbamos en mi cama y cogimos el portátil con intención de ver alguna película, aunque nos podríamos a ver videos estúpidos en youtube como siempre.—Bueno parece que voy a tenerte sola para mi toda la semana. —me miró de arriba a abajo, alzo las cejas y se mordió el labio. Gesto que hacía cada vez que le veía intentar ligar con alguna chica, aunque en realidad solían caer la mayoría. Este Chris nunca deja las bromas—. Perdone señorito Chritoffer, pero esa mirada conmigo no va a funcionar. —empecé a reírme y le pegué con un cojín en la cara—.
El se vengo quitándome el cojín y pegándome también, en fin nos llevamos un buen rato así, la verdad es que nos estábamos divirtiendo, como siempre con él.
Me encantaba que Chris fuera mi mejor amigo, con él no podrías estar triste en la vida. Y lo que mas me gustaba es que me trataba como si fuera su hermana pequeña, siempre me protegía. No me gustaría perder a este chico en la vida-------------------------------------------------------
Hola de nuevo chicos! Espero que os guste este nuevo capítulo y les deis todo el amor que espero y el mismo con el que lo he escrito. Echo mucho de menos skam y necesito que por lo menos saquen el trailer de la s4 ya.
Os dejo como siempre mi twitter: @penetratormndxs
ESTÁS LEYENDO
Nothing to say | SKAM (William y Chris)
FanfictionUna historia sobre Agnes, la mejor amiga de Chris y William, con los que tenía una amistad que todos pensarían que jamás se iba a romper.