5. No es un efecto secundario de la cocaína, creo que es amor

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05 Haremos que estén tan celosos...


Las noches de los viernes son las mejores. Farkle usualmente termina su tarea alrededor de las siete, dejando el resto de la noche y el fin de semana entero para relajarse y hacer lo que quiera. Pero lo mejor de las noches de los viernes, y por mucho, es cuando Riley va a casa de Farkle.

Este viernes en particular, lo había obligado a ver un documental de conejos, así que ambos se ponen cómodos en las sillas de cine de Farkle y lo miran en la pantalla plana de su habitación. Luego de un rato, Farkle se da cuenta de que se ha perdido la mayor parte del documental ,debido a que la manera en la que Riley brilla en contraste con la viva pantalla le resulta mucho más interesante.

Desde el baile de primavera, había estado fantaseando más y más sobre cómo serían las cosas si ambos estuviésen saliendo. No puede negar que eso es lo que quiere. De hecho, lo desea. Quiere saber cómo sería todo si estuviésen juntos en una manera "mucho más que sólo amigos".

Mientras Farkle observa inconscientemente el documental, imagina que tiene su brazo apoyado sobre el hombro de Riley. Tal vez ella se acurrucaría junto a él mientras miran el filme, o tal vez no estarían mirándolo en absoluto. Farkle sacude la cabeza, como si al hacer eso lograse liberarse de la fantasía que había irrumpido en su mente. Y aquellas que involucraban los labios de la muchacha usualmente no dejaban sus pensamientos en paz.

Por el rabillo del ojo, Riley ve a Farkle observándola, así que gira la cabeza y lo mira directamente-. ¿Por qué me miras tanto? ¿Hoy estoy particularmente fea o algo? -bromea.

-¿Q-qué? -balbucea-. No recuerdo un día en toda tu vida en el que hayas estado fea -admite Farkle honestamente.

-¿Entonces qué pasa? -ella cuestiona sin rodeos.

Ahora o nunca, se dice a sí mismo.

-Riley, quiero estar contigo -suelta de repente, pero inmediatamente se arrepiente de sus palabras. Desea que jamás las haya dicho, y ahora sólo está esperando a escuchar cómo ella lo rechaza.

-Farkle, estamos literalmente sentados uno al lado del otro. Problema resuelto -ella le responde casualmente y luego regresa su mirada de vuelta a la pantalla.

Incluso peor que el rechazo. No entendió a lo que me refería.

-No, problema no resuelto. Estamos el uno al lado del otro, pero no estamos juntos. -Toma el control remoto y le pone pausa al documental-. Riley, por favor escúchame.

-Está pasando.

-¿Qué está pasando?

-Esta conversación. Sabía que iba a pasar.

-¿No quieres que pase? -pregunta Farkle. Se sienta en el borde de su asiento y preocupa su labio inferior mientras espera la respuesta de la chica. Por suerte, no tiene que esperar tanto, ya que Riley se gira rápidamente hacia él antes de contestarle.

-No, sí quiero -responde con voz agitada-, pero no sé cómo hacer esto, Farkle. No estoy segura de qué se supone que debo hacer una vez que me doy cuenta de que me enamoré de mi mejor amigo.

Farkle parte su boca en dos ante sus palabras. Se recuesta nuevamente en la silla y se relaja, lo que le da un segundo para procesar la reciente información. Luego de inhalar profundamente, dice-, bueno, supongo que tendremos que averiguarlo juntos, porque sucede que yo me encuentro en la misma situación.

Sus palabras provocan una carcajada suave por parte de Riley, pero luego su rostro vuelve a su expresión seria-. Estoy algo nerviosa, Farkle.

-Yo también, pero vamos a averiguarlo -le asegura él.

-¿Juntos?

-Juntos.

Riley se levanta de su asiento y camina en dirección al muchacho. Baja la mirada a su silla, y él toma ese gesto como una señal para moverse. Se obliga a sí mismo a hacerse a un lado mientras Riley se estruja a su otro lado. Luego de apoyar sus piernas sobre las de él, Riley observa a Farkle, sus rostros lo suficientemente cercas para que él note el suave brillo labial de sus labios, justo como el de sus fantasías. Pero este es real y se encuentra a centímetros de él.

-Hey -dice ella con una sonrisa.

-Hola.

-En verdad quería sentarme a tu lado toda la noche.

-Yo también -confiesa él.

-Sólo hay una cosa más que quiero hacer -dice ella, plantando una mano en su mejilla e inclinándose hacia su rostro.

-¿Me vas a besar? -susurra Farkle.

-¿Quieres que lo haga? -Riley cuestiona nerviosamente en respuesta.

-Sí. Definitivamente sí -suelta él. Cierra sus ojos, esperando sentir sus labios sobre los suyos, pero en lugar de ello, sólo escucha unos golpecitos en su puerta y siente a Riley alejarse de él en sorpresa. Ya se encuentra de nuevo en su silla cuando su mamá entra a la habitación.

-Hey Farkle, tú-... oh, Riley, ¿sigues aquí?

-Sí, señora Minkus. Perdón por quedarme hasta tan tarde. Me iré pronto.

-No hay necesidad de disculparte, Riley. Siempre eres bienvenida aquí -responde Jennifer. Les sonríe y luego cierra la puerta. Ambos sueltan un suspiro de alivio cuando ella se va y se miran el uno al otro con los ojos abiertos como platos.

Farkle insiste que al menos terminen de ver el documental antes de que Riley se vaya, por lo que ambos permanecen en un silencio incómodo mientras él presiona el botón de reproducir en el control remoto. Piensa que ahora todo se había echado a perder y que el momento sería olvidado para siempre, pero luego siente la mano de Riley entrelazarse a la suya desde su asiento, y comienza a descubrir que ya no tendrá que soñar despierto sobre ese tipo de cosas.

Fall Out Boy Drabbles | RiarkleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora