Introduccion

275 20 4
                                    




JOS

    Estaba en mi casillero organizando mis libros, pero eran tantos que se me resbalaron, me agaché para recogerlos, pero sentí una nalgada en mi trasero. Inmediatamente me enderecé con un notable rubor en mis mejillas.

-Hola bebé - me susurró alguien en el oído muy seductoramente y me tomó de la cintura, pegando su cadera con mi trasero.

-Aléjate Villalpando- dije con voz enojada volteándome y empujándolo lejos de mi, y me di la vuelta.

-Vamos sabes que te gusta que te haga estas cosas - dijo con una sonrisa pervertida, me estaba desnudando con la mirada.

-¡NO ES CIERTO!- dije defendiéndome enojado, ¿Como este imbecil cree que me puede gustar esto?

-Bueno, tu cuerpo dice otra cosa...- dijo burlon dirigiendo la mirada a alguna parte, seguí su mirada y....

-OH DIOS- dije con furia y vergüenza , lo fulminé con la mirada y corrí al baño.

Me causó una ereccion. Ese maldito enano imbecil ¡Me causó una erección!

Tengo que hacerla desaparecer, así que fui al baño, empecé a pensar en la señora de la cafeteria en tanga, y ¡BUM! santo remedio, desapareció.

Se abrió la puerta y entró el enano más desesperante y pervertido del mundo.

-¿Ya la hiciste desaparecer? ¿O te ayudo con eso?- dijo mordiendo su labio inferior.

-Eres un puerco- dije rodando los ojos y dirigiéndome a la salida, pero cuando estuve a un metro de ella se me puso enfrente.

-Ay ¡Vamos! ¿Porqué no admites que te atraigo?

-Mira, te lo he dicho MILES de veces, pero te lo volveré a repetir cuantas veces sean necesarias para que te quepa en la cabeza. Escucha bien Villalpando- me aclare la garganta- NO. SOY. GAY.- dije separando las palabras.

-Esta bien, esta bien.- dijo levantando las manos en forma de rendición . Me dirigí a la salida y abrí la puerta, pero cuando estaba a punto de irme dijo- Eso es lo que tu crees.

Bufé , rodé los ojos y puse un pie fuera.

-Por cierto- dijo para detenerme- Nos vemos hoy en mi casa, y para que sepas, mi cuarto esta sucio, le urge que entres ahi y hagas lo tuyo.... que coincidencia, a los dos nos hace falta eso... - dijo con voz seductora y pude sentir como guiñaba un ojo.

- Eres tan desagradable- dije con repulsión , no pude aguantar más y finalmente salí de ahi.

¿Porqué tengo que trabajar para el?

Mi sirvienteWhere stories live. Discover now