Primera parte

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Antes que nada quiero aclarar que esta historia pretendía ser un OS en un principio, pero resultó prolongarse más de lo que esperaba y terminó convirtiéndose en un Minific. De igual manera espero que la disfruten tanto como yo lo hice al escribirla.

Ahora sí, pueden proceder a leerla.

~*~


Había pasado nada menos que una semana. Siete largos días en los que esa maldita revista seguía rondando por las calles de New York. Ésa misma que acabó con mi felicidad. Ésa que difundió un chisme mal relatado, ocasionando que llegara a manos de mi dulce niño.

Seguía sin poder creer que él le hubiese creído más a las mentiras de los medios en vez de a mí, claro que ni siquiera quiso escuchar mi versión, y de alguna manera entendía que se sintiera de ese modo, yo también lo habría hecho, pero de todas formas le hubiera prestado atención a lo que tuviera para utilizar en su defensa.

Esto de ser famoso era algo agobiante. Tu vida particular iba involucrada en ello y no tenías ni un instante de privacidad. Ni siquiera los que te rodeaban se salvaban de que los medios hicieran hasta lo imposible por averiguar un poco de ellos. Incluso la prensa sabía cosas de Bill, pero ambos nos habíamos acostumbrado a ello. Sobretodo él, que nunca había tenido ningún contacto con una alta reputación pero desde que me conoció, tuvo que lidiar con ello, puesto que era mi pareja desde hace unos ocho meses.

En un principio el escándalo fue tema central en todas las noticias de la farándula, pero con el pasar de los días se cansaron de ver que no tenían más de qué hablar de nosotros y cesaron los bochinches, aunque eso perduró hasta hace poco cuando una nueva bomba se detonó.

Lo peor de todo esto era que yo tenía muchos periodistas que no hacían más que pretender hundirme en mi carrera o meterse en medio de mi relación amorosa, pero no lo habían logrado anteriormente. Ahora era diferente. Mi mundo se había venido abajo esta vez.

Bill dudó de mí, y eso me había dolido hasta en lo más profundo de mi alma. Yo lo amaba más que mi propia vida, y lo seguiría haciendo hasta el final de mis días, porque él se había convertido en la persona más importante para mí, era un ser angelical que descendió desde el cielo sólo para llenarme con su amor y su calor. Esa pulcra sensación que en un abrir y cerrar de ojos, me fue arrebatada cruelmente de las manos.

Bajo mis ojos se habían formado unas enormes ojeras por la falta de sueño. Pensar en todo este problema me tenía con insomnio a diario, y muchísimo más porque mi dulce niño se había marchado. Me había dejado solo.

No me cansaba de insistirle timbrando a su móvil, pero ninguna vez me contestaba, incluso lo apagaba cuando seguramente tendría más de quince llamadas perdidas. Tenía que persistir hasta el día en el que se dignara a querer hablar conmigo, pero ese día lo veía cada vez más lejano e inaccesible.

De lo desesperado que estaba no sabía ni dónde ir a buscarlo ya. Había ido hasta la casa de su mejor amiga pero ella no me quiso decir nada, aparte, no supuse que se quedaría allí porque Natalie ya tenía su esposo y Bill era muy penoso como para hospedarse ahí. Entonces descarté esa idea. Tampoco podía decir que se habría ido con su madre, ella vivía en Alemania, era muy improbable que consiguiera boletos de vuelo en ésta temporada donde las aerolíneas estaban congestionadas y lo más seguro es que te guardaran un cupo para dentro de una semana después.

Temía por su hospedaje en algún hotel y sin su guardaespaldas de seguridad, porque yo, tanto como tenía fans, tenía enemigos, o haters como le llaman y que por causarme daño a mí, podrían terminar por hacérselo a él. Desde un principio le cedí un guarda para que lo acompañara cuando yo no pudiese ir con él a algún lado, porque al igual que yo, él necesitaba ser protegido, ya fuese por la horda de fanáticos que también lo admiraban, como los impredecibles periodistas que querían husmear sobre su vida y nuestro noviazgo. Bill accedió con gusto a aquella petición, él nunca me negaba nada, era muy comprensivo y toleraba lo minucioso que a veces podía llegar a ser yo.

El Chisme [1tp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora