Tercera parte

539 80 37
                                        

Dos semanas antes...

Georg y yo nos fuimos a una partyfan que habían organizado en honor a la gira que concluyó ayer. David me había dado permiso para ir, pues era la ocasión perfecta para celebrar lo exitosa que había sido. Estaba más que feliz por todo lo que estaba logrando hasta el momento, además de que en tres días iba a cumplir ocho meses de noviazgo con mi dulce niño. Bill no se hallaba conmigo, no había podido acompañarme, pero a cada rato manteníamos contacto porque eramos un par de tórtolos cursis y perdidamente enamorados que necesitaban saber del otro con frecuencia. De hecho, le había mencionado sobre la fiesta, hasta le había pedido permiso pero él, benévolo como sí solo, dijo que no le importaba y que me merecía disfrutar de ello aparte de estar arriba de un escenario. Mi precioso Bill... siempre tan descomplicado.

Nos acercamos a la barra para pedir algo y charlar un poco entre bromas, como hacíamos todo el tiempo, con mi colega.

Al tener los tragos frente a nosotros, nos quedamos en silencio para tomar un sorbo del licor.

-Oye Tom, ¿qué tal te parece Ria? Ella es una chica muy atractiva -torcí el gesto un par de segundos, antes de formular respuesta. ¿Y ahora a qué venía esa pregunta?

-Pues sí, es linda -me alcé de hombros. En realidad yo sólo la veía como tal, una amiga de Bill, era linda, sí, ¿por qué habría de negarlo? pero no era de mi tipo, además, yo ya me sentía más que afortunado con mi dulce niño a mi lado.

-¿Sólo linda? Por favor, si es un bombón.

-Si tú lo dices -Georg, rodó los ojos en blanco.

-¿No la viste? Ella anda por aquí. De hecho creo que te ha seguido a varios conciertos.

-Uhm, sí, la he visto en unos cuantos. Vaya... esa sí que es una verdadera fan.

-Lo es, además de que ella te admira demasiado. Deberías considerarla como fan número uno -reí levemente.

-¿Fan número uno? Eso yo lo llamaría obsesión.

-Te envidio por tener ese montón de mujeres que chorrean la baba yendo detrás tuyo y tú ni les das la hora.

-Georg por favor, ahora sólo tengo ojos para Bill, con eso me basta y me sobra, eso lo sabes.

-¡Pero él está lejos! No va a darse cuenta de lo que tú hagas o dejes de hacer. ¿A dónde se fue el famoso JT Kaulitz, alias el moja bragas?

-Eso ya es pasado, ahora estoy casi comprometido y no pienso tirar todo por la borda por pasar una noche con un par de chicas que a la primera van y te abren las piernas. Eso se acabó, ya es el momento de formalizar mi vida sentimental.

-Bah, que aburrido eres -sonreí, llevando el vaso a mis labios para beber del vodka. Mi mejor amigo nunca iba a cambiar-. Hey, mírala, ahí viene -me dio un par de codazos, captando mi atención. Me giré hacia la izquierda para ver de qué se trataba y la ví a ella, era Ria. Nos sonrió ligeramente en gesto de saludo, pero de repente se tambaleó de manera peligrosa, amenazando con caerse. Se veía aturdida.

Corrí en su ayuda de inmediato. La tomé de la cintura para que se apoyara en mí, en tanto le pasaba el mareo. De soslayo divisé a Georg cruzar por mi lado, pensé que iba en busca de alguien para que atendiera a la chica, o que quizás iba a ver cómo se encontraba y en qué podía colaborar, pero pasó lo que nunca me pude esperar viniendo de su parte...

¡FLASH!

De la nada, una molesta luz iluminó toda mi cara durante unos segundos, luego ocurriendo de forma sucesiva, una tras otra, tras otra. Georg sonreía burlón, mientras nos fotografiaba como si ambos fuéramos monos de circo dando un espectáculo.

El Chisme [1tp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora