*Nota al final del capítulo*
*~*~*
El rubio abrió un poco los ojos al escuchar el estridente sonido de su despertador, sacó un brazo por entre las sábanas y con un buen acertado golpe tiró el reloj de su mesa de noche, haciendo una mueca al escuchar el indistinguible sonido de cristal rompiéndose.
Hora de comprar uno nuevo, pensó con un suspiro.
Después de unos buenos cinco minutos preparándose mentalmente para salir del calor de su cama, Niall empezó su rutina matutina, caminando alrededor de su cuarto en busca de ropa sin tener que abrir sus ojos.
Se sintió como algo remotamente vivo una vez que el agua de la ducha golpeó su rostro, despejandola densa nube de pereza que sentía a su alrededor.
Media hora después, Niall se encontraba aseado y vestido en su cocina, abriendo puerta tras puerta de los gabinetes en busca del desayuno. Por qué no acepto la oferta de Liam de ir a almorzar al mediodía, nunca lo sabría.
Niall Horan era una persona simple, que disfrutaba de las cosas simples de la vida, como las sorpresas, las series de televisión y la comida. Especialmente la comida. Siendo esa persona simple, se conformaba con quedarse en casa, comer en el sillón y ver algún programa en la televisión hasta que se aburriera. Entonces salía, tomaba el subterráneo y se paseaba por la plaza de la ciudad.
Sus amigos podían sobornarlo, convencerlo e incluso amenazarlo para que saliera con ellos, pero cuando lo hacía valía la pena. En un buen ambiente, Niall podía perder la cabeza y divertirse como loco, pasar un buen rato. Todos sus amigos y un par de viajes a la sala de emergencias eran prueba de ello.
Sin embargo, ese día Niall decidió solo prepararse una taza de té para salir a beberla sentado en el porche de su casa. La pequeña plataforma de madera que rodeaba su casa era muy peculiar, y a la vez simple, que era el término que buscaba el rubio cuando estaba buscando un sitio para mudarse.
Cuando su taza de té estuvo lista y condimentada, Niall tomó su celular de la mesa y se dirigió afuera, inhalando profundamente al sentir la fresca brisa de la mañana. Estaba a punto de sentarse en la pequeña silla en el porche cuando escuchó algo.
Rasguños. Golpeteos.
-¿Pero qué diablos...?
Venía de la madera del porche. No, no de la madera. Bajo la madera.
Dejó su celular en la silla y apretó la taza entre sus manos mientras bajaba los tres escalones del porche, quedándose quieto por un momento para volver a escuchar los raros sonidos.
Sabía que el espacio bajo el porche estaba vacío, pero nunca había pasado algo así. Los animales no eran lo suficientemente tontos para quedarse atrapados ahí.
Rodeó la casa, dirigiéndose a la pequeña puerta que permitía el acceso a dentro del porche. Se sorprendió de encontrar la puertilla entreabierta, por lo que decidió comunicarse antes de hacer otro movimiento.
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Más movimientos sonaron muy cerca de la puerta, luego el ruido cesó.
-Vamos, sé que hay alguien ahí. Por favor salga.
Escuchó una clase de resoplido pero no obtuvo respuesta alguna.
Bien, si así lo quieren...
Inhalando profundamente, Niall abrió la puertilla del porche y quedó atónito por lo que se asomó por ahí.
Un motón de plumas negras, en una clase de estructura. El rubio se acercó para tocar una, cuando una voz grave habló molesta, haciendo que la taza de porcelana cayera de sus manos.
-¿Vas a ayudarme o algo? -Y entonces un par de dédos se asomaron entre las plumas, abriendo un pequeño espacio por donde pudo divisar un par de ojos verdes viéndolo curiosamente-. ¿Y bien?
Niall solo pudo observar por tres segundos más antes de que sus ojos rodaran en su cabeza, cayendo sobre el té derramado mientras perdía la conciencia.
*~*~*
**NOTA**: Espero les haya gustado, aunque sea un poco. Esta historia tratará algunos asuntos sobrenaturales, tales como los ángeles. NO me estoy basando en ninguna clase de ángel en particular. Esto es meramente sacado de mi imaginación. Cualquier parecido con otros ángeles que ya sean conocidos, es simplemente algo NO hecho a conciencia. (:
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To Your Doorstep [Narry]
FanfictionNiall tiende a tener problemas con los cambios de rutina. Esto se ve completamente alterado cuando de repente cuenta con un ángel a la puerta de su casa, asegurando que su vida y todo a su alrededor no volverá a ser lo mismo.