Science and Progress

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Niall y Harry volvieron a casa después de lanzarse de los columpios un par de veces más. El ángel juraba que era lo más divertido del mundo.

Aunque no sabía qué era algo divertido hasta ese momento.

—Oye… ¿Harry? —Niall le habló cuando se sentaron en el sillón.

—¿Qué?

—¿Qué es lo que sabes de sentimientos?

Por la expresión en el rostro de Harry, Niall bien pudo haber hablado en otro idioma.

—¿Qué? —repitió.

—Sentimientos  —explicó Niall—. Ya sabes, la forma en que… reaccionas ante ciertas cosas.

Harry lo pensó por un momento. Es un avance. Terminó encogiéndose de hombros. —Hm.

—¿No lo sabes? —Niall estaba incrédulo.

—No.

—¿Por qué? —No pudo evitar preguntarlo. Solo hubo silencio. Harry parecía no poder responder—. ¿Tampoco lo sabes?

—No, yo… —Había un esfuerzo en las palabras del ángel—. No sé cómo… —hizo un ademán con sus manos.

—¿Expresarlo?

Harry frunció el ceño pero asintió. —Creo que sí.

Bien, no podía hacer eso solo. Después de considerarlo, pensó que sería la mejor opción. Con una sonrisa, Niall le habló al castaño. —¿Te importa si invito a Liam mañana… más tarde? —se corrigió al recordar la hora que era.

A esto, Harry también sonrió y asintió. El rubio apoyó sus manos en sus rodillas para ponerse de pie. Pasó un momento de silencio, y Niall le asintió para despedirse. Se encontraba entrando a su dormitorio cuando escuchó la voz de Harry.

—¡Buenas noches!

Niall agachó la cabeza y sonrió. —Buenas noches, Harry.

*

Louis abrazó con fuerza la almohada entre sus brazos, deseando con todas sus fuerzas que las lágrimas dejaran de caer. Se imaginó lo débil que parecería si alguien lo viera en ese momento. Lo débil que pareció cuando Liam lo encontró al borde de la muerte en una patética bañera.

Frágil, destrozado, sin esperanza…

Pero bien, abrazar la almohada era la mejor alternativa a los usuales puñetazos a la pared, dado que nadie le permitiría acercarse a una navaja por el resto de su vida. Menos sangre, menos dolor.

¿Por qué había ansiado tanto dejar la casa de su madre? Ahora todo parecía absurdo e innecesario. Extrañaba a su madre y en ese momento deseaba más que nada uno de sus abrazos.

Pero no. Era demasiado orgulloso para pedirlo. Incluso ahora, de vuelta a su hogar de la infancia, con su madre preocupándose en el piso de abajo, se veía tan inalcanzable… Los abrazos perdidos se convertían en indiferencia por parte de ella, sin saberlo. Louis sabía que su madre no podría leer su mente, y esta era razón suficiente para culparla, al menos en su mente.

Con un sollozo desesperado, Louis sintió como su conciencia se desvanecía poco a poco.

*

Louis despertó en su cama, completamente vestido y cubierto por sus sábanas.

Se sentó al instante.

—¿Quién está ahí? —gritó, mirando la sábana como si fuera un monstruo.

To Your Doorstep [Narry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora