Moves in Mysterious Ways

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Louis entró a la cocina en medio de un bostezo, saludando a su madre con una sonrisa fugaz.

—Hola, madre.

—Louis, cariño, ¿cómo amaneciste?

—Nada mal —contestó, tomando asiento—. Podrías evitar moverme a la cama si ya estoy dormido —mencionó en tono casual, sirviéndose un tazón de cereal.

Su madre lo miró extrañada. —Louis, cielo, yo no fui a tu cuarto anoche. Me asomé esta mañana para saludarte y estabas dormido. Eso es todo.

Louis estaba seguro que su madre no mentía. Aún así entrecerró los ojos y la miró con sospecha. —De acuerdo.

En el fondo de su mente, escuchó una carcajada. Sí, definitivamente perdiendo la razón. Sacudió su cabeza y se concentró en su desayuno. Hubo silencio por unos segundos y entonces su madre volvió a hablar.

—Louis, ¿cómo te sientes? —Louis parecía estar a punto de responder pero ella lo interrumpió—. Y no digas que estás bien. Dado todo lo que… pasó, ni siquiera yo creería si me dijeras que estás bien. Sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad?

Louis sintió un brote de culpa por preocupar tanto a su madre, odiándose un poco más por la estupidez que había cometido. Aunque ciertamente no parecía una estupidez cuando lo estaba haciendo…

—Lo siento —susurró, haciendo una pequeña mueca—. Te quiero, mamá. Y ha sido algo difícil, sí… —carraspeó—. Pero creo que estoy mejorando. Dame un poco de tiempo y estaré como nuevo.

Con la sonrisa más convincente que pudo mostrar, se acercó a su madre y beso su mejilla antes de volver a su cuarto, el tazón de cereal casi completo en la mesa.

*

Después de darse un tiempo de reflexionar, Niall decidió que el hecho de que Harry hablara no sería tan malo. En un principio se había sentido irracionalmente celoso de que Liam hubiera logrado algo que él no. Derecho de antigüedad, asumió. Dado que él había encontrado a Harry, había esperado ser quien lograra hacerlo hablar en primer lugar. En fin…

—¿Hey, Niall?

El rubio parpadeó sorprendido y miró a Liam, quien parecía haberlo estado llamando desde hace unos minutos. —Lo siento, ¿qué?

—¿Qué tal si sacamos a Harry por un rato de esta deprimente casa?

Niall se rio. —Vamos, no es tan mala. —Entonces se dirigió a Harry—. Si buscas estirar tus alas, tendrá que ser un lugar discreto, o esperar a salir más tarde.

—Se me ocurría que podíamos llevarlo a conocer a Louis. No se han conocido como se debe, y creo que a Louis le vendrá muy bien tener visitas. Lo siento, Harry, tendrías que esconder tus alas, al menos por un tiempo, pero sería divertido. ¿Qué te parece?

Ambos chicos vieron al ángel reflexionar, notando con algo de diversión cómo miraba de un lado a otro. —¿Y luego podemos comer algo?

Eso resuelve una de mis dudas. —Sí, por supuesto —confirmó Niall.

El castaño se puso de pie y dio un pequeño salto. —¡Vamos!

—¡Genial! —Liam también se levantó y estiró sus brazos. —Niall, ¿por qué no vas a ayudar a Harry con su ropa? Yo los esperaré aquí.

—Espera Liam, eh… —Niall miró a Harry por unos segundos—. ¿Podrías dejarnos un segundo a solas?

Harry ladeó su cabeza. —¿A solas?

—Sí, solo… —señaló a la cocina—. Ve a la cocina y quédate ahí por un rato, o puedes ir a mi cuarto, como quieras.

—Oh.

To Your Doorstep [Narry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora