Capítulo 10

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Era muy temprano aun en la hermosa cuidad de Seúl, el reloj marcaba las 8:15 am en punto y los rayos del sol daban ese toque calido y acogedor a esa mañana fria que avisaba de que el invierno llegaria pronto. Las hojas que de a poco perdían su color y se volvían opacas, hojas secas, comenzaban a caer de los árboles de la ciudad y las flores que aún habian muchas empezaban a cerrarse y desaparecer...

Personas moviéndose por doquier, mosos limpiando el lugar, cocineros preparando la mas exquisita comida, una voz mandante dando ordenes a todos. Un restaurante cerrado desde la mañana y hasta la tarde. Por dentro el lugar estaba siendo decorado y arreglado, perfumado mostrando un ambiente romántico, todo tenia que ser perfecto y hermoso, al parecer ese dia era un dia especial para la voz mandante; su persona se mostraba ansioso, feliz, energico, inspirado... Enamorado...

El hombre sonreía, su corazón se inquietaba, su pansa se removia, sentimentos nacían. El hombre, que a la vista de cualquiera era tan bien parecido, era alto y delgado, cuerpo fibroso: se notaba, su camisa lo delataba; ojos negros y profundos, pestañas largas y cejas bien marcadas, piel blanca, labios carnosos, postura firme, voz varonil, sonrisa seductora, inteligente, endulzador de palabras, sentimientos apacionados, algo gracioso.
Él hombre sentía que ese día le sonreía como nunca, se sentia tan vivo, rodeado de personas pero aun asi tenia un vacío que llenar y creía que ese dia por fin lo llenaría y estaria completo.

-¡Por favor que todo quede impecable y perfecto!...  Hoy será un dia especial para mi-. El joven sonrió.

-ohh... ¿una novia quizá?  ¿le pedirá matrimonio?-. El anciano, dueño del restaurante, se le acercó sonriendo.

-jajajaja...  No, no.  Le pediré que sea mi novia, ya nos conocemos desde hace un tiempo, pocos, pero para mi basta...  Ella es algo timida, pero creo que me corresponderá...  Jejeje-. se ruborizo en tan solo pensar en eso y sonrió como idiota.

A lo lejos una empleadas del lugar contemplaban a joven enamorado, mordiéndose los labios y deseandolo.

-!aigooo! Es tan hermoso... -. La empleada se estremeció.

-sus ojos, su cabello, su sonrisa...  Su cuerpo...  Con un hombre asi me dejo hacer lo que quiera mhnn... -.

-que suertuda la chica que esté con el...  Lo que daria por tener esos fuertes brazos rodeando mi cintura y esos lindos labios pegados a los mios ahh~-. Suspiraron las tres juntas.

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En otro lugar el dia era nublado aun que el sol estuviese a vivo brillo, en otro lugar las hojas estaban muertas aunque en verdad habían muchas hojas vivas y verdes, en otro lugar la cuidad estaba decierta aunque en realidad habían muchas personas, en otro lugar el frio invadía aunque el calor estuviese presente. En otro lugar la vida no tenia sentido...

El muchacho, que paseaba por los pasillos de la agencia, notaba cierto silencio, parecia un lugar vacío donde no habia nadie mas que él. El muchacho se preguntó en su mente <<¿en donde estan todos?>> y aún siguiendo su camino se detuvo en frente de una puerta, la abrió y entro, era su salón de baile. No habia nadie solo una nota en el piso. Dejó sus cosas sobre una mesa y se acercó a la nota, la tomó y leyó pausadamente, se sentó en el piso y no entendió. Se frustró. Tiro el papel arrugado bien lejos y se acostó en el piso, se quejó y cubrió su rostro con las manos. Estaba solo, se sentia pequeño, el lugar de pronto le pareció grande y frío. Se levantó.
El muchacho comenzó a bailar, bailar sin parar, mirándose a través del espejo. No descansó.

-¿No fuí un poco cruel con lo que le escribí?-

-¿Escribir? ¿A quién?-.

-Bueno, yo... -

El sueño de toda Ahgase (JB y tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora