Cuántas veces me detuve a mirarte Luna... con mil preguntas sin respuestas....
REFLEJOS, es simplemente eso... Una obra donde se refleja lo que llevamos dentro, inalcanzable para muchos, imperceptible para otros, incomprensible para la mayoría
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(ANHELOS - óleo de Mariela Vázquez)
Ella solo existía en sueños. Era intangible. Etérea. Nadie podía verla, ni sentirla ni comprenderla. Sólo quién la soñaba.
En ese espacio era feliz. Podía ir de un lado a otro, podía volar por espacios infinitos.
Podía ser ella misma sin mentiras ni tabúes. Sin angustias ni dolores. Sin miedos ni culpas. Sin depresiones ni presiones.
Pero una mañana, luego der ser soñada como muchas veces, su mundo comenzó a materializarse. Estaba sufriendo una metamorfosis que no entendía, saliendo de su zona de confort.... Los sueños. Desde la punta de un pincel embebido en óleos, fue cobrando vida en un lienzo.
Sintió la humedad del rocío en la fina hierba que sus pies pisaban. Su cuerpo se fue envolviendo en un vestido rojo pasión, como toda su alma. Estaba sola... como en los sueños. Pudo ver frente a ella como iban surgiendo piedras, obstáculos de la vida, que la pintora suavizaba. Descubrió que estaba de espaldas al pasado, y que en su propia desnudez encerraba no solo la sensualidad femenina sino también la transparencia y honestidad sin tapujos que la caracterizaban.
La brisa marina convirtió sus cabellos en mariposas en vuelo, enredándose en mil historias de libertad. Recorrió con la mirada donde estaba, intentando encontrar un punto de referencia en sus pinceladas. De pie, sobre un acantilado, buscando siempre elevarse como cuando volaba
Miró el horizonte. Pudo vislumbrar lo que estaba por venir... un amanecer de luz, de esperanza. Por debajo pudo sentir el mar de la vida, su inmensidad y profundidad, en el vaivén de sus mareas, que la acercaban y alejaban de sus anhelos de un futuro, donde reine la paz y la alegría.
Y decidió quedarse ahí, en su lienzo de atardecer, dándole vida a su pintora, dándole vida a sus sueños.
