EL BAILE

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Sentada a la mesa del galpón de pueblo,

ella espera nerviosa el singular cabeceo

Apoyado en la barra, hecha de tablones,

él la mira, desde el cabello a los tacones.


Sus miradas se encuentran, y él cabecea.

Nerviosa ella se acerca, revoleando su pollera

Sus dos manos se unen con delicadeza.

Toma su cintura con total sutileza.


Comienzan a bailar, no dejan ni una pieza.

Sonríen, se miran, y dan miles de vueltas.

Siguiendo el circuito, tradicional del baile,

recorren el salón; parecen no ver a nadie


En cada paso que dan, él más se le acerca.

La piel les va ardiendo, el pulso se acelera.

La gente se ha desvanecido, solo queda el baile

de una joven pareja que inicia un gran viaje.


Bailaron muchas veces durante esta vida

Les tocaron malas y buenas partidas.

Pero todo es nada, cuando se miran,

y nada es todo, cuando juntos giran.


Pasaron los años, Cincuenta y cinco diría,

y recuerdan con nostalgia aquel bello día,

cuando sus almas y cuerpos se unieron

sin que ellos supieran, para toda la vida.


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