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31 de octubre

Querido papá:

Me encuentro sola, sentada en los columpios del parque que me gusta frecuentar. Ese que tiene un pequeño lago y patos de día que nadan con sus crías.

Ya salio la luna llena y mis brazos se encuentran entumidos por el frío. Las brisas ocasionales hacen que el cabello me golpee la cara y siento tirante mi piel allí donde las lágrimas dejaron sus caminos por mis mejillas.

Me mire en el agua del lago y vi a una chica desastrosa, que tenia la cara manchada por el rímel y las lágrimas. Ya no aguanto más, no entiendo porque me pasa esto a mi.

¿Un puto castigo cósmico por haber nacido, o simplemente una mera coincidencia?, no lo se. Y no me importa, me valen nada las razones porque yo solo quiero soluciones.

Así que me quite mi disfraz de prostituta para la moche de hallowen, cuando en realidad era mi uniforme de trabajo de las noches.

Y me metí en las frías aguas del lago, mientras bebía una botella de vodka y fumaba un cigarro, veía atentamente las estrellas. Y las estupidas voces y yo reiamos porque al fin estabamos de acuerdo en algo. Nuestra vida era una mierda.

Atentamente, Diana la loca pensativa

Las letras de papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora