Adrián

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Me desperté después de haber estado llorando durante toda la noche, hasta que mis llantos se habían calmado y me había quedado profundamente dormida. 

En mis sueños veía... le veía a él, con su pelo engominado, con sus ojos marrones en los que me podía ver reflejada, no había ni una parte de mi cuerpo que no temblara con su presencia. Era tanto para mi que la sola idea de tenerlo enfrente me hacia sufrir.

Adrián tenía un año más que yo, pero llevábamos juntos toda la vida, desde que eramos pequeños, él vino a la edad de 5 años  al colegio, le conocí en una excursión y desde entonces se convirtió en un hermano para mi, pero las cosas cambian cuando te haces mayor... los amigos te traicionan, se van, cambian de paisajes, cambian de amigos,  Adrián no. 

Adri, como yo le llamo, como todos le llamamos, él siguió a mi lado a pesar de tener un año más, mi vida era perfecta, a su lado era como aquel sueño que estás tan metida en él que no quieres salir, solo dormir y dormir, para siempre.

Me senté detrás del todo del aula de Economía, por la noche había dormido poco con dolores debido a que mis huesos estaban desarrollándose poco a poco... Mi madre había venido por la noche para ver si estaba bien pero yo la había echado malhumorada, ella creía que lloraba por los dolores, pero los dolores eran en mi corazón, no en los huesos.

Adrián se sentó detrás, últimamente estaba distante y raro, habíamos dejado de hablar tanto y las cosas empezaban a cambiar a nuestro alrededor yo había conocido a unas chicas y él había conocido nuevos chicos, ya no éramos los críos inseparables que solíamos ser... ahora éramos dos adolescentes con dos visiones del mundo totalmente diferentes. Ahora él tenía un nuevo objetivo, ceñirse a su grupo de malotes ¿Y yo? Yo tenía que ocultarle a él y a todas mis amigas lo que pasaba cada noche en mi casa, con mis padres, con mi hermano, un niño de menos años que yo, mi hermano Marcos tenía 5 años y aún no era del todo consciente de por que teníamos que encerrarlo en el baño cada luna llena. Yo a su edad tampoco lo entendía pero cuando empecé a ver las cosas más claras y lo que era capaz de hacer... lo agradecí.

Un papel pasó delante de mí y cayó en mi zapato, era de Adri.

"Me aburro" decía la nota, sonreí, "Yo más" le contesté, estuvimos hablando durante toda la clase de economía, me contó que había conocido a una chica y que necesitaba conocerla más, en cuanto leí esas líneas sentí algo dentro bastante diferente a lo que solía sentir. Me asusté.

Salimos de clase, Adri se dirigió hacia una chica rubia, bajita, delgada, de piel blanca y un dolor punzante recorrió mi columna hasta los tobillos, me doblé.

-¿Estás bien?- me preguntó una chica que pasaba por ahí, respiré profundamente una y otra vez y parpadee varias veces hasta que se me aclaró la vista, asentí y la chica se fue de vez en cuando mirando hacia atrás.

¿Qué coño me había pasado?

Adrián se alejaba con la chica pegada a él.


Te haré daño (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora