Capitulo 6

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POV Rin

-Onee-san, Onee-san- corria a mi alrededor mi pequeño Onii-chan Souta (edad 6 años) –vamos a jugar- me tiraba de la mano y lleva así hasta la puerta de la casa –onegai -en sus ojos se veía el brillo de las estrellas.

-Está bien los le diré a mamá y saldremos- Onii-chan estiro sus bracitos y corrió al rededor mío y después siguió jugando –Madre, con su permiso saldré a jugar con Souta-chan regresaremos antes del anochecer –consulte a lo que mi madre solo atino a hacer un sonido de aprobación.

Comenzó a llover y con nuestras sombrillas en mano brincábamos en los charcos de agua, Souta-chan llevaba consigo un pequeño caballo tallado en madera.

En un descuido dejo caer el juguete, Souta salió corriendo en busca de su caballo, que seguía a un pequeño riachuelo antes de que llegara a la orilla de un acantilado este se atoro con unas hierbas cerca del mismo.

-Quédate aquí y no te muevas ahorita lo traigo –le sonreí para que no se preocupara y pareció funcionar.

Me acerque con mucho cuidado ya que la tierra estaba húmeda y podía desbordarse –lo tengo –tome al pequeño juguete y lo agüite en el aire lo que alegro a mi Onii-chan, pero se desbordo...

Le sonreí a mi hermanito y le dije que trajera a mamá tratando de parecer lo más calmada, aunque la realidad era otra... mi pequeño partió y cuando creí que ya no soportaría más llego una muy bella señorita.

-Hola pequeña- me hablo de lo más dulce haciendo que el miedo desapareciera –mi nombre es _____, te voy a ayudar mira a la de tres te soltaras y darás un gran brinco para llegar conmigo... lista –el esfuerzo me dejo sin habla así que solo asentí -uno... dos... y tres –

Al brincar no la alcancé, a lo que atiné a cerrar muy fuerte lo ojos, pude ver a mi familia parecían muy felices –Hakio –la voz de la señorita sonó muy seria y en lugar de sentir los golpes de las ramas y mi cuerpo cayendo en el suelo, sentí algo muy suave.

Al abrir los ojos observe sorprendida el lomo de una bestia a mi parecer muy bella, pero al mismo tiempo me dio miedo, porque ¿Qué ser humano no le teme a lo nuevo?

-Ya pequeña todo estará bien –como reflejo de mi cuerpo corrí a abrazar a mi salvadora, ella olía muy bien como a canela...

-Gracias Señorita _____ mi nombre es Rin –le regale una sonrisa como agradecimiento a lo que ella me correspondió...

Narrador

-Es un gusto conocerte pequeña Rin –la joven azabache acaricio mimosamente su cabeza. La oji-miel voltio a mirar a la bestia que la salvo y le hizo una reverencia a lo que _____ le causa una enorme felicidad –él es mi Shirei un espirito parecido a un familiar su nombre es Hakio –

Rin solo veía asombrada y maravillada al acercarse al Shirei este hizo una reverencia –un gusto –una voz aguda y demoniaca salió del espirito, el decidió no moverse para lograr que la niña se calmara y tomara confianza.

La pequeña solo sonrió y abrazo a su salvador –que lindo eres –el ser parecido a perro levanto sus orejas y las dirigió a un punto específico.

-Mi señora se acerca dos personas –la mirada del espíritu es afilada y fría –no me necesitara para lidiar con humanos, me retiro –este nuevamente hizo una reverencia, apareciendo un portal en el suelo de azules brillantes.

Hakio corrió adentro desapareciendo.

Una mujer de cabella castaña larga atada en una coleta de lado adornado con una rosa, con ojos color miel, delgada y alta, vestía un kimono de colores claros, pero por la prisa que tenia se encontraba algo sucio, la mujer se encontraba agitada, preocupada y porque no asustada.

La castaña corría en su dirección gritando el nombre de la pequeña azabache, al llegar con ellas solo se arrodillo sin importa el barro, abrazo a su pequeña con lágrimas de felicidad, cuando la fémina se calmó noto a joven oji-azul –usted es quien salvo a mi pequeña –ella solo asintió con una sonrisa –gracias por todo, mi nombre es Hana –

La lluvia que a hace unos minutos se había calmado volvió a presentarse con menor fuerza que antes, la castaña en agradecimiento por salvar a la pequeña Rin invito a quedarse en su casa.

Al llegar la sacerdotisa conoció a la familia, esta era integrada Sasuke el esposo de Hana la madre de Rin y Souta. También se entero de que próximamente habría un nuevo integrante a la familia.

-Señorita _____ como consiguió a un Shirei –la joven azabache solo se sorprendió por el comentario de la niña, pero al ver la intriga en los ojos de los niños, tomo aire y pensó que era lo que diría, el padre en cambio reto con la mirada a la niña por tal atrevimiento, claro sin que lo viera la oji-azul.

-Bueno... -de un momento a otro un joven con rasgos occidentales y orejas de conejo salió del suelo tras un resplandor azul y educadamente les hace una reverencia a los presentes –Bunny –susurro.

-Hime-sama –él se arrodillo y entrego un pergamino, a la joven oji-azul lo leyó y al terminar se lo entrego nuevamente –lo pensare, gracias por todo Bunny –el oji-verde se inclinó y retiro de la misma forma que en la que apareció.

_____ apenada se obstinó en pedir disculpas a la familia que la acogía por la falta de respeto hacia los presentes. Al llegar la noche todos se fueron a sus futones, colocando uno extra para la invitada.

Dos horas después y asegurándose de que todos dormían _____ salió para distraerse y calmar su corazón. Se paró para ver el cielo nocturno y mirando a la luna apareció el joven de rasgos occidentales cerca de la joven.

-Hime-sama –la chica lo miro y después regreso su vista al cielo - ¿Lo ha decidido? -

-Bunny... conoces mi deber como sacerdotisa... si de eso dependiese mi decisión es obvio que tendría que ir... –la azabache se frotó el brazo sin dejar de ver el cielo nocturno.

-Tiene que participar en la celebración, es la más importante de todo Japón. También sabe claramente que cualquier sacerdote deciaría ser invitado para la celebración de renacer de la diosa Amaterasu, y si eso fuera poco fue invitada personalmente por el emperador Nakamikado Tennoo... –

-Lo sé, lo sé... pero... -el joven oji-verde coloco su mano en el hombro de la oji-azul haciéndola callar.

-En cualquier momento se tiene que saber la verdad- ella solo lo miro al tiempo que una lágrima rebelde resbalaba por su fría y pálida piel.

La Nieve De Verano (Sesshomaru y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora