Parte 20 ㅡ 𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒖𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆

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Pov. ______

Me sentía perdida en la inmensidad de los ojos de Jungkook. No estaba segura en qué momento las cosas habían pasado de estarlo odiando a estarlo amando, pero no me importo demasiado, esta noche, seria para nosotros.

Me sentí inconfesablemente nerviosa cuando Jungkook me tendió sobre el césped del prado, y un escalofrío que no era por la temperatura, me recorrió el cuerpo desde los pies a la cabeza. ¿Sería posible que esto, tantas veces soñado he imaginado estuviera realmente sucediendo? Mi mente se negaba a reconocerlo, pero las sensaciones de mi cuerpo eran inequívocamente verdaderas. Sentí la delicada presión de su mano delineando la curva de mi cadera, mientras su acompasada respiración removía levemente el cabello sobre mi frente.

Esto era real. Y yo apenas podía creérmelo.

Sus labios acariciaron los míos con infinita dulzura. Sentía como el corazón me galopaba desbocado en el pecho, y estaba segura de que el sonido era tan fuerte que ambos podíamos escucharlo. Jungkook no hablaba y yo tampoco. Lo que teníamos que decir ya no lo explicaban las palabras. Lo amaba. Se lo había dicho. Y él me correspondía.

Desesperada por el mar de emociones, acentué la presión sobre sus labios, entre abriéndolos, pues deseaba más de Jungkook y no creí que fuese capaz de cansarme de él. El me devolvió el beso en forma apasionada, sintiendo tanto como yo la punzante desesperación y necesidad de pertenecernos.

Esta ocasión era tan diferente a todas las vividas, ya no era yo la mujer osada animosa, que se divertía haciendo esto, yo ahora era solo ______, en los brazos de Jungkook, tan temblorosa como una hoja y ansiosa como jamás lo había estado. Me deje hacer. Quería que él me hiciera suya más que nada en este mundo.

Jungkook siguió besándome, acrecentando el calor de mi cuerpo. Mis brazos lo atraparon, atraiéndolo más a mí, apretándolo contra mi cuerpo. Un suspiro ronco escapo de sus labios y sentí como se me erizo la piel al oírlo. Se separó un instante solo para mirarme. Una suave brisa removió su cabello y no podía creer que mis ojos tuvieran delante tanta belleza. Jungkook se removió un poco sobre mí, tratando de no aplastarme, pero yo estaba lejos de dejarlo escapar. Sentí una suave sonrisa cuando se sintió atrapado, y dejo de intentarlo. Esta vez su beso fue más furioso, lleno de deseo. Sus manos acompañaron a sus labios y descendieron sobre mis costados, buscando explorar algo más de piel. Me levante para ayudarle y el deslizo sus manos sobre mi camiseta, tratando inútilmente de removerla, puesto que estaba demasiado apegada a mi cuerpo. Lance un gemido de asombro cuando lo oí desgarrarla, pero esto no hizo más que encenderme más. Sentí sus manos quitando los trozos de tela, mientras sus dedos temblorosos acariciaban mi espalda desnuda. Sonreí al recordar que por su culpa era imposible que trajera ropa interior, pero eso solo lo hacía más simple. Sus dedos delinearon mi espalda, apretando, conociendo y luego volvió a dejarme descansar sobre el césped.

Sus labios besaron mi cuello y fueron descendiendo tortuosamente hasta mi clavícula, dejando un rastro de besos, que bajaban con decisión hasta encontrarse con la delicada curva de mis pechos desnudos. Gemí de placer al sentir sus labios, besando cada milímetro de piel expuesta, mientras sus manos se amoldaban también, apretando y acariciando. Pronto su lengua acompaño a sus labios, acariciando con vehemencia los pezones endurecidos por el deseo, y haciéndome emitir gemidos acompasados de placer. Quería más, y su lentitud solo me hacía enloquecer.

Pronto mis manos se enredaron en su cabello, enfebrecida de la sensación de su lengua suave acariciando mis senos. Lo atraje más hacia mi pecho, y él, comprendiendo, afianzo su agarre, dándome caricias más apasionadas y mordiéndome con suavidad. Pensé que el corazón me explotaría.

Con una horrible lentitud, sus manos descendieron por mis piernas y volvieron a subir llegando a la cintura de mi pantalón. Me miro un momento, como asegurándose de que todo iba bien, y luego tiro de mis pantalones con maestría, dejándome automáticamente desnuda. Me sentí enrojecer y agradecí que fuese de noche. No sabía porque sentía estas emociones con Jungkook, si ya había vivido antes cosas similares. Pero nada parecía compararse a él y sus manos trémulas, explorando cada parte de mi cuerpo.

ㅡ 𝕭𝖎𝖙𝖈𝖍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora