Nombre Indefinido.

C i n c u e n t a y c u a t r o

Harold limpiaba con brusquedad la pizarra del salón de ingles. No podía creer que sucia quedaba toda la clase luego de que ellos se fueran. Aunque, claro, en ese momento no les importaba, al otro día todo volvía a estar reluciente.

No volvería a tirar un envoltorio al piso.

– Odio esto, Harold, y todo es tu culpa – bufo la chica de cabello castaño, lijando sin cesar la parte de abajo de los bancos, quitando los chicles pegados a esta.

Habían hecho piedra, papel o tijera para ver quien se encargaría de los chicles y él había ganado.

Luego de terminar de limpiar la pizarra, y dejarla brillante como nunca, se acercó a Lola, quien seguí esforzándose en sacar chicles del último banco.

– Dame, te ayudo – se colocó de cuclillas a su lado, tomando la lija que estaba usando y comenzando a sacarlos más rápido que ella.

– Cuando nos casemos tú seras quien limpie la casa – río la chica.

– No me casaría contigo ni loco, no puedes ni hacer unos fideos – se giró hacía ella.

– Pero tu si – le guiñó un ojo – Y... ¿Qué tal la vida?

– Paso todos los días de mi vida contigo, Loli, no hay algo que no sepas – dijo con obviedad.

– Bueno pero puede haber cosas que no me cuentes. ¿Alguna chica? O, quizás ¿chico?

– Cuantas veces tengo que decirte que no soy gay – terminó su trabajo y se limpio las manos en su jeans – ¿A qué vienen todas estas preguntas?

– Solo quiero saber si alguien te atrae. No es por nada, pero estas más solo que..., bueno, no hay nada más solo que tú.

– Que buena amiga eres – rodó los ojos – Estoy pegado a ti las veinticuatro horas del día, imposible conocer chicas así.

– ¿Entonces yo soy el problema? – se cruzó de brazos, alzando una ceja.

– No, claro que no, Loli – tomó sus manos, acariciandolas con sus pulgares – No necesito a nadie, ¿si? Estoy bien.

– Se que estas bien... – suspiró – Me tienes a mi, siempre seré yo – sonrió, más para si misma que para él.

– Si, Lola, siempre serás tú.

***
Les juro que termino la historia y hago una corrección masiva. Hay errores que me dan asco, lo juro.

4 capítulos y el epílogo señores.